Tras siete años trabajando como pareja artística: él como lanzador de cuchillos y ella siempre inmóvil con una sonrisa, empezaron a surgir los problemas y las preguntas: “¿Seré capaz de errar hoy?” “¿Será esta noche mi último día?”
Hasta ayer la función se desarrolló como todas: tensión y silencio, golpes y gritos, aplausos y fin. Hasta ayer. Hoy simplemente es otro día.
Los riesgos del oficio muy bien contados. Me gustó el final en el que sin decir, dices.
ResponderEliminarBesos de finde.
Lo malo es que no era una función cara al público me temo, al menos esta última. Abrazos.
ResponderEliminarDejas abierto el final para imaginación del lector.
ResponderEliminarMe gustó.
Un saludo indio
Cuando el final está abierto, me encanta ver cómo resolvéis la trama y le dais diferentes interpretaciones. Es un gustazo.
ResponderEliminarPara mi que hoy uno de los dos no estaba, porque decidió vivir sin esa tensión.
ResponderEliminarUn abrazo abierto