Era su primera cita. En unos cinco minutos él iría a recogerla a casa y ella aún no estaba preparada. Sonó el timbre, corrió a abrirle la puerta con los zapatos en la mano y le hizo pasar al salón. “Dame un momento”, dijo.
Justo cuando estaba desenchufando la plancha, él entró en la cocina con una mirada extraña. Solamente entonces ella fue consciente de su aspecto: un conjunto de encaje negro, unos zapatos de tacón y una blusa a medio abrochar y pensó: “Mira por donde he perdido el tiempo planchando esta falda.”
Muy sugerente la frase del final, le da más fuerza al micro y ofrece varias interpretaciones. Me gusta.
ResponderEliminarSaludos
Ese final me deja a medio abrochar varios finales, claro que todos los que se me ocurren son algo morbosos ;) Abrazos.
ResponderEliminarjeje no ha perdido el tiempo, de no haberse entretenido planchando ya estaría vestida :-)
ResponderEliminarSaludillos
Genial, muy sugerente... ¿así mismo le abrió la puerta?
ResponderEliminarAbrazos
Sí, así le abrió la puerta. Supongo que él se quedó encantada y espero...que ella, algo más tarde, también.
ResponderEliminarUn beso picante para todo el que lo necesite.