6 de abril de 2012

Por la boca…


          El almacén estaba oscuro. Eva, por un momento, pensó que no quería entrar, que habría cucas por todas partes, pero enseguida el que empezaba a ser su detective preferido dio con el interruptor de la luz.
-Entonces estamos buscando un espejo, ¿no es eso? –quiso confirmar G.
-Sí, así es, pero no sabemos mucho de él. Lo que nos dice el cuento, que puede hablar, y que quizás tenga un marco de madera, si el carpintero cumplió con el encargo.
-Iremos con cuidado, no vayamos a escogorciarnos.
         Sin tocar nada, evitando dejar huellas, empezaron a moverse por el caótico almacén hasta que… :
-¡Mira qué cosa más linda! ¡Ole y ole!
El objeto del que había salido comentario tan flamenco estaba casi completamente oculto detrás de otros paquetes y bultos y era, como no podía ser de otro modo, el espejo.
***

Esta entrada es una continuación de todas éstas:

Capítulo 1: “Hay un detective nuevo en la ciudad 

Capítulo 2: “Llámame Eva

Capítulo 3: “Pensando en verde

Capítulo 4: “Un caso de cuento

Capítulo 5: “Ha habido un crimen

Capítulo 6: “Dos es el doble de malo

Capítulo 7: “Un allanamiento 


 

4 comentarios:

  1. No me puedo yo creer que una mujer tenga un espejo así de psicólogo y lo arrincone oculto a un almacén...A no ser que el espejo fuera siempre sincero y no se reprimiera los espantos con las recien levantadas.

    Muy simpático.

    Saludos

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  2. Tus palabros quedan cada vez mejor en la historia de detectives. Un beso.

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  3. Y seguimos con la aventura y con los palabros.

    Besitos

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  4. Jajajaj me encanta como incluyes las palabritas en la historia.
    Besos desde el aire

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