Un intenso olor de rosas penetraba
en el estudio donde se encontraba aquel cuadro que le había fascinado siempre;
en él había quedado plasmado su bello rostro, ante él había deseado no
envejecer jamás y ahora, mirándolo con atención, comprobaba con estupor cómo
aquel retrato acusaba el paso de los días que en él no dejaba huella alguna.
Había pasado veinte años ocultándolo
a los ojos de todos pero, con el tiempo, había empezado a odiar aquella imagen
que era, que sólo podía ser, un fiel reflejo de su alma viciosa y corrupta.
Así, un día, incapaz de soportarlo más,
apuñaló la pintura con furia. Alertados por los gritos, los criados entraron en
la habitación prohibida; descubrieron un retrato de su amo que no conocían y, a
sus pies, un viejo con un cuchillo en el pecho y un gesto repulsivo lleno de
arrugas, un desconocido a quien, hasta que se fijaron en las sortijas que
llevaba, no pudieron identificarle.
(microrrelato
con el que hago mi primera contribución y, espero que no sea la última, al Proyecto Celsius)
Lo primero gracias por avisarme del la la- un poco más y a Eurovisión-
ResponderEliminarLo segundo es felicitarte por el micro. Hace mucho tiempo que leí el libro,al leerte a ti me vuelve el deseo de reencontrarme con él.
Un abrazo
Perfectamente condensado el espíritu de la novela en este micro, Luisa.
ResponderEliminarOscar Wilde te estará aplaudiendo :-)
Un abrazo.
No sé si aplaudiría o no, me he cargado todo su humor inglés de un plumazo.
ResponderEliminarGracias a las dos.
De este modo deberían escribirse las sinopsis, como un excelente microrrelato.
ResponderEliminar¡Gracias por ese enlace, Luisa!
Cuántos Dorian Gray habrá en este enfermo de vanidad sigli XXI?
ResponderEliminarBrillante destilación, Luisa!!!!
Beso
Hola Luisa, estoy de Celsius en Celsius siguienndo la pista a todos los participantes.
ResponderEliminarUna obra y un personaje y un tema universal.
Un abrazo
También yo vengo saltando por los Celsius y admiro vuestra capacidad para condensar los espíritus de los grandes clásicos en unas pocas líneas.
ResponderEliminarUn abrazo por tu retrato.
Me ha dejado un regusto a cuento dulce (vaya usted a saber porqué)
ResponderEliminarBesos,
Ana
Yo no he leído ni este ni la inmensa mayoría de clásicos, peor la adaptación me gustó.
ResponderEliminarPlas, plas, plas Luisa!!!
ResponderEliminarMuy buena destilación.
Besos desde el aire
Este es un personaje universal. Buena participación.
ResponderEliminarBesitos
Como casi todos los adolescentes -que leen- a mi me robó el sentido Mr. Wilde cuando no tenía más de trece años.
ResponderEliminarMe parece brillante tu Proyecto Celsius, Luisa. Muy brillante.
Me has llevado a la lectura de entonces, a la sombra de una gardenia, cuando el siglo XXI aún era una promesa lejana.
Un abrazo,