Estaba cansada. Estaba cansada de ver la misma cara triste todos los días. Sus pasos estaban cansados de ver la misma cara triste todas las mañanas, día tras día, al arreglarse.
Decidió cambiar de vida.
Se colgó de un árbol. Se colgó de un árbol grande. Una grande y lejos que querían cortar. Una secuoya sin espejos. Una que estaba cansada de tantos días y tantas caras.
Se colgó de un árbol. Se colgó de un árbol grande. Una grande y lejos que querían cortar. Una secuoya sin espejos. Una que estaba cansada de tantos días y tantas caras.
Una mañana sin espejos, con distinta
cara y en el mismo árbol en el que había decidido salvarse, se vio feliz.
Microrrelato
escrito por Pete Lago
Ilustración
hecha por Juanlu/Luiyi
(Si tienes un microrrelato con temática
ecologista, no dudes en enviármelo. Si, por el contrario, prefieres ilustrar,
ponte en contacto conmigo, esta sección la estamos construyendo entre todos y
estás invitado. ¡Muchas gracias!)
Un suicidio de caras. Colgando las miserias y asi liberandose por fin, sin espejos se pudo ver feliz.
ResponderEliminarMuy lindo
Un abrazo
Vivir colgada de un árbol, sintiendo sus latidos y sin espejos. No hay mejor vida. Quisiera estar en ese columpio. Un beso para todos: anfitriona, escritor e ilustrador.
ResponderEliminarNo hace falta espejos para verse feliz.
ResponderEliminarMe ha gustado el columpio. Me gustaría columpiarme un día de estos.
Típico texto de Bicefa. Hermoso.
ResponderEliminarHermasa la ilustración.
Besos, Luisa, Pete, Juanlu
Uhm sí, ya lo había visto en el blog de Juanlú, preciosa colaboración.
ResponderEliminarBesos desde mi mar,
Es un micro que va creciendo, no solo por las palabras sino también por las formas. Nada es para siempre.
ResponderEliminarMe gustó.
Saludos.
A esto se le llama cortar por lo sano.
ResponderEliminarAbrazos triples.
Bella historia, llena de luz y esperanza. Juanlu radiante, como siempre.
ResponderEliminarPete, Juanlu, Luisa, besos a repatir
La felicidad colgada de la rama de una ¡¡secuoya!!. Cuando visite EEUU, me colgaré de una a ver si me veo más feliz.
ResponderEliminarUn besote Luisa, Juanlu y el escritor artífice de esta nueva modalidad de autoayuda : sequoya-happy.
Un beso.
Me gusta mucho el micro y el dibujo, son optimistas y tiernos; todo es tan normal que... resulta extraño que no nos vayamos todos al bosque a vivir entre los árboles.
ResponderEliminarNo sé.
Lo único que sé es que... es un buen lunes. Gracias.
Se suicida? Se columpia? Mañana vuelvo sin alcohol en el cuerpo. La ilustración, tan linda...
ResponderEliminarBuen maridaje de micro e ilustración. Gran trabajo a los dos
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por los comentarios.
ResponderEliminarJuanlu, la ilustración es clave para entender la esencia del relato.
Luisa, es un placer pasar por tu casa.
Abrazos a todos.
Gracias a ti, un placer que repetiremos... ¡todos!
ResponderEliminarEs tan distinta la salvación según para quién. Para algunos, estar colgado del árbol más alto, solo, puede ser una tortura, y para otros -como en este cuento- la salvación.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el texto y el dibujo. Enhorabuena.
Y también a ti, Luisa. Por ello tienes un premio en mi blog. Pásate :-)
Abrazos.
Y las andanzas de un cefalópdo cojo y sin cabeza llegaron a los oídos sordos de un pendón desorejado.
ResponderEliminar¿coincidencia? no lo creo.
La Boca del Ello