24 de junio de 2013

Cuenta regresiva nº 3


49 — Cáncer
-Tiene un tumor en el cerebro –dijo el médico.
-Entonces…
-Perdone que le pregunte, ¿alguna vez pensó en escribir?
-Cuando era más joven pero…
-Hágalo. Los hilos argumentales de las historias no escritas se le han enquistado en la cabeza. Se sentirá mucho mejor en cuanto empiece a escribirlas.

48 — El naufragio
La tormenta arreciaba y supo que el bajel no aguantaría. Sin mujeres ni niños a quien salvar, decidió luchar por los libros. Cogió las cartas de navegación y construyó un barco con cada una de ellas.
Cuentan que, mientras el bajel se hundía, el capitán sonreía en cubierta.

47 — Los juegos, juegos son
Se conocieron jugando en la red, juntos libraron todo tipo de batallas armados hasta los dientes con las armas más extrañas.
Han pasado los años y su vida sigue siendo un juego. Son un hacker y experto en seguridad informática y, cada cierto tiempo, intercambian los papeles.
     
46 — Telefonillo
Pasado algún tiempo, cuando los efectos nocivos de la radiación se mitigaron, pudimos entrar a explorar la ciudad muerta.
Fue al tercer día, andando por una de sus fantasmales calles cubiertas de polvo cuando, al pasar junto a un portal, oímos una voz femenina:
-¿Quién es?  

45 — Monstruos 
A fuerza de dominar sus sueños y hacer que el miedo perlase su frente, creyeron que el siguiente paso sería entrar en la realidad a través de los gritos de aquel que les soñaba.
Se equivocaron. Ahora, armado de locura, no hay nadie más valiente.

44 — El terror
-Es un sueño. Es un sueño. Es sólo un sueño.
Repetía una y otra vez intentando escapar de la recurrente pesadilla. Sin embargo, el hombre contestó:
-Te equivocas, cariño, no lo es. Yo soy de verdad y no voy a dejar que te duermas.

43 — Evasión
A fuerza de vejaciones, a falta de alternativas, sólo pudo hacerse cada día un poco más pequeña, más insignificante. Ayer, al fin, logró desaparecer dejando tras de sí: una ausencia, una corriente de aire, una casa vacía y una carcajada muy grande, muda.

42 — Sin perdón
Todos los recuerdos buenos que construimos durante años votaron y decidieron expulsar el dolor que me causaste en el último instante  Sin embargo, no has de equivocarte, eso solo quiere decir que, para protegernos, no volveremos a aceptarte nunca a nuestro lado.

41 — Sin ruido
Me miró con extrañeza, como si no pudiese reconocerme y se fue. Estaba segura de que daría un portazo, como siempre; pero no fue así. Cerró la puerta tranquilamente y sentí que todo se había roto. Que yo lo había roto.

40 — Memorias
Tenía poco tiempo y un problema: ¿cómo resumir en la medida de un cuento la extensión y la profundidad de una vida?
La mano cogió el lápiz y supo entonces cuales eran las palabras: “Nací. Viví. Nada más. Nada menos”.

39 — La charca
Han echado tantas capas de alquitrán que ya no conocemos la profundidad de la calle. Ayer la vecina del cuarto quiso cruzarla pero con el calor que hace, antes de que pudiéramos hacer nada, se la tragó el asfalto.

38 — Palillos
Después de haberse tragado a los tripulantes del barco el tiburón, consciente de la importancia de una buena higiene dental, usó los restos de la embarcación para eliminar la carne que se le había quedado entre los dientes. 

37 — Habilidad acrobática
Harto de que le quitasen el mérito que creía merecerse, el trapecio modificó levemente su vuelo e impidió que las manos de aquel interesado saltimbanqui lo alcanzasen en ese estúpido triple salto mortal de todas las tardes.

36 — El día del fin del mundo                                                    
Confieso que esperaba otra cosa. Pienso que no merece la pena gastar tinta o saliva y seguir hablando de él. ¿Lo que más me decepcionó? Descubrir que había un mañana que se parecía demasiado al ayer.

35 — Transformaciones monstruosas
Se enfada conmigo porque las noches de luna llena salgo de farra hecho unos zorros. Yo, por mi parte, la miro perplejo. ¿No me casé yo con una princesa?, ¿y dónde está?, ¿acaso me quejo?

34 — Una pequeña diferencia     
Desde nuestra discusión te he mandado veintitrés fotos iguales, por eso espero que ahora aprecies la distinta que es ésta. Sí, las puertas del balcón de mi cuarto son las que están abiertas. ¿Hablamos?

33 — El bautizo 
Todo el mundo pudo asistir al nacimiento de la isla: temblores, erupciones, magma. Lo televisaron hace algunos años.
Sin embargo aún hoy se sigue discutiendo cual debería ser su nombre: peleas, chantajes, asesinatos.

32 — Rebajas
Para los libros no había peor época del año, nunca se sentían tan solos como cuando veían a todos aquellos seres, con los ojos inyectados en sangre, pasar corriendo junto a ellos.

31 — El trato
-Te dejo sólo un rato, mi amor –dijo él.
Después oí un disparó y crucé al otro lado.
Desconozco si hubo una segunda bala como habíamos acordado; sólo sé que espero.

30 — Anaconda
Ansiando ser cinturón, la serpiente se enroscó en la cintura de la mujer y empezó a apretar, buscando solamente la forma de lucir perfecta en una nueva cintura de avispa. 

29 — Enajenación 
Siento una ola viscosa y aún caliente lamiéndome los pies y sólo pido un deseo sabiéndolo imposible de antemano: “que no sea su sangre”, mientras miro incrédulo mis manos.

28 — Reclutado               
Vuelve sano y salvo, susurró la madre, viendo con horror cómo el miedo a la guerra en los ojos de su hijo empezaba a convertirlo en un fantasma.

27 — Hábitos
Tenía que conseguirlo. Era mucho dinero y un burdo chantaje, pero no podía consentir que aquel muchacho acabase de un plumazo con su carrera hacia el Vaticano.

26 — Silencio cómplice
Sabiendo que guardaba las fotos causantes del asesinato, siendo además testigo del mismo, la cámara permaneció en la estantería, muda y cobarde, camuflada entre los libros.

25 — Hechizo
Atrapada en un cuerpo que pesa veinte kilos más que el mío, no necesito un príncipe azul para mirarme en el espejo y verme estupenda.

24 — Talla XL          
Tu ausencia ha dejado un vacío tan inmenso que ahora, lamentablemente, me vienen grandes desde los armarios hasta todos los planes que soñamos juntos.

23 — Soufflé
Le miré y me esponjé. Me miró y me hundí.
Recordé entonces que, para hacer un buen pastel, siempre fue importante la temperatura.

22 — Bondi Beach
Cuando la primera ola lamió los cimientos del castillo de arena, sus habitantes cogieron las tablas de surf para cabalgar la espuma.

21 — Problemas en el trabajo            
Empezaron a no confiar en él, era un buen socorrista pero… se ahogaba en un vaso de agua con demasiada frecuencia.

20 — Un dato
Desde que inicié este viaje, me desplazo a unas veinticuatro horas por día.
A veces creo que es demasiado rápido.

19 — Experimento 111202001
Colocó el muñeco en posición, tiró de la cadena y esperó. El chiguito concluyó: “El surf no es divertido”.

18 — Animales de compañía
La araña tejió una red y cazó un dragón magnífico. Supo entonces que Toño tenía los días contados.

17 — El coleccionista          
Acabé por eliminarla. Es mi primera menor de edad.
Me gusta como queda junto a las otras.

16 — Profecía
Siempre supe que, cuando el fin del mundo llegase,  pensaría que nuestro tiempo había sido poco.

15 — Escribidor
A fuerza de tuits, sms y whatsapps nació una nueva profesión: asesor de recursos literarios.

14 — Soso
Ni con la pimienta de mis sueños eróticos, consigo que me sepas a algo.

13 — Ácida
La niebla bajó hasta tragarse la ciudad.
Tenía toda la noche para digerirla.

12 — Paisaje
Si el planeta estaba cubierto de hormigón, ¿por qué lo llamaban Tierra?

11 — La guerra
Caen como fichas de dominó, dijo el general sonriendo, a miles.

10 — Firmas
Tras la primera sentencia de muerte, empezó mortalmente a aburrirse.

9 — El principio del fin
Un día los aburridos ángeles empezaron a pensar picardías.

8 — Cocodrilos ciegos
Sobrevivimos al fin del mundo.
En el metro.
           
7 — El abanico
Aplaude feliz el pecho de las muchachas.

6 — La acera de enfrente
Salió del armario y se perdió.

5 — Amor no va a ser                       
Me partió el corazón.
Literalmente.

4 — El fin de las margaritas
Nunca entendieron lo nuestro.

3 — ¿Cara o cruz?
-Cruz -contestó Jesucristo.

2 — Una pregunta molesta
-¿Estás durmiendo?

1 — Esperanzas ahogadas
Patera.

0 — ¿De qué te ríes, Mona Lisa?

(mientras me voy de vacaciones, os dejo con unos cuantos micros; no obstante y como podéis imaginar, PFD sigue abierto, así como sus comentarios o mi correo electrónico; y cuando vuelva, os lo prometo, me pongo al día; gracias y hasta la vuelta)

4 comentarios:

  1. Felices vacaciones Luisa, qué buenos micros nos dejaste. Eres un artistaza.

    Besos.

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  2. Felices vacaciones, y nos dejas deberes. Aunque ya he leído alguno y son pura delicia.

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  3. Un experimento laborioso y acertado. Y la excelencia va aumentando de a una palabra (porque yo lo leí del 0 al 49, tratando de nunca retroceder). Y conté las palabras. Y valió la pena. Saludos y buen descanso.

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  4. Felices vacaciones, Luisa. Me encantan, del cero cuarenta y nueve.
    Un abrazo.

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