30 de septiembre de 2013

Contrastes

Sentía que el tiempo se le escapaba de las manos mientras las manecillas daban vueltas sin cesar como animales enjaulados.

7 comentarios:

  1. Me fascina la percepción que tenemos del tiempo, como a veces se nos escapa de las manos y otras, no parece transcurrir...

    Besos desde el aire

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  2. Es como si a veces pudiéramos hacer viajes en el tiempo, pequeñitos, sin saberlo.

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  3. Es un placer leerte Luisa. Que bien has expresado esa forma de espaparsenos el tiempo de entre las manos.
    Besicos muchos.

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  4. Y yo que siempre creí que las manecillas eran los barrotes móviles de nuestras jaulas.

    Es un placer leerte, Luisa.

    Un abrazo,

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  5. Un comentario fantástico, Pedro.
    Gracias a todos, sois muy amables.

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  6. De vez en cuando hay que dejar abierta la puerta de la jaula y tratar de imaginar que puede pararse el tiempo, aunque sea sólo en el instante que dura un beso, o un abrazo de esos que saben a Gloria.
    Un saludo, Luisa, como siempre, da gusto leerte.

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  7. Entiendo ahora que mi vida esté en pause, y el tiempo detenido: mi reloj es digital.
    Abrazos, siempre

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