No existe una norma sobre el modo en
que el diestro ha de vestirse. Sin embargo sí se puede asegurar que: el traje
reposará doblado con cuidado en una silla, le asistirá una persona de confianza
y en la habitación reinará el silencio y el respeto por la faena a realizar.
Curiosamente el modo en que se
visten los siniestros es muy similar. En ocasiones, eso sí, si al acabar el
maestro no está completamente a gusto, lo paga el mozo que le ayudó en la
tarea. Con su vida, por lo general.
(microrrelato
escrito para el concurso “Captura un instante en 100 palabras” e inspirado en
la foto)
Luisa, me encanta ese guego de plabras y esos guiños que haces. Te deseo toda la suerte, porque es magnífico.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Era una broma.
ResponderEliminarEvidentemente no gané y es que los que sí lo hicieron estaban en muchísima más sintonía con el mundo taurino, una sintonía que no me veía yo capaz de hacer... de modo que fue mi primera aportación y mi última (para este concurso)
Gracias y un beso, Luisa