12 de febrero de 2011

Nervios

Era su primera cita. En unos cinco minutos él iría a recogerla a casa y ella aún no estaba preparada. Sonó el timbre, corrió a abrirle la puerta con los zapatos en la mano y le hizo pasar al salón. “Dame un momento”, dijo.
Justo cuando estaba desenchufando la plancha, él entró en la cocina con una mirada extraña. Solamente entonces ella fue consciente de su aspecto: un conjunto de encaje negro, unos zapatos de tacón y una blusa a medio abrochar y pensó: “Mira por donde he perdido el tiempo planchando esta falda.”

5 comentarios:

  1. Muy sugerente la frase del final, le da más fuerza al micro y ofrece varias interpretaciones. Me gusta.

    Saludos

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  2. Ese final me deja a medio abrochar varios finales, claro que todos los que se me ocurren son algo morbosos ;) Abrazos.

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  3. jeje no ha perdido el tiempo, de no haberse entretenido planchando ya estaría vestida :-)
    Saludillos

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  4. Genial, muy sugerente... ¿así mismo le abrió la puerta?
    Abrazos

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  5. Sí, así le abrió la puerta. Supongo que él se quedó encantada y espero...que ella, algo más tarde, también.
    Un beso picante para todo el que lo necesite.

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