En cuanto vinieron a buscarme, supe que todo iba a acabar muy mal.
Ahora, algunas horas después, tengo un par de costillas rotas, apenas puedo abrir los ojos, he perdido algunos dientes y la sangra gotea de mi nariz.
He sido bueno. He acompañado cada uno de sus golpes con todos los gemidos de los que he sido capaz y me he negado a confesar lo que querían. Les he dado espectáculo, les he dado argumentos. Están contentos y me escupen a la cara que aún no han acabado conmigo, que sólo van a hacer un receso.
Antes de que lleguen a salir de la oscura y húmeda habitación, llamo su atención y sólo, cuando estoy seguro de que me miran, distorsiono mis huesos y me libero con facilidad de las cadenas, empiezo a sonreír, salto a su lado en un segundo y dejo que sientan en sus narices mi inconfundible perfume de azufre.
Me encanta su gesto de sorpresa cuando descubren quien soy y el olor que tiene su miedo cuando mi sonrisa les susurra: “Mi turno”.
(microrrelato presentado al IX Certamen Internacional de Microcuento Fantástico MiNatura 2011 sin éxito)
Más diablos de esos quisiera yo. Que le zurre de lo lindo. Un beso.
ResponderEliminarHombre! Un diablo que los pone a prueba primero. Tiene un cierto sentido de la justicia. Si ha sido presentado sin éxito, ¿cómo de buenos tenían que ser los que sí? Porque a mí este me parece fresco, ingenioso y provocador con ese puntito de chulería del diablo anunciando su turno.
ResponderEliminarYo confieso que me gusta ese Diablo, con sentido del espectáculo, y que espera su turno riéndose por lo bajo.
ResponderEliminarInquietante final, nos deja con la duda de lo que el diablo es capaz de hacer, y más por venganza.
ResponderEliminarEl diablo asusta a mucha gente, puede que también a los jueces del certamen. Con o sin éxito el micro que has creado es bueno.
ResponderEliminarAbrazos surtidos
¡vaya! un diablo con ansias de espectaculo y no quiero pensar como las va a devolver.
ResponderEliminara mí me gustó
Besitos
Me ha gustado esa vuelta de tuerca final que le has dado al relato. Un puntazo.
ResponderEliminarAbrazos de diablesa.
Luisa, menuda venganza les espera ahora. Nunca es bueno sañarse con nadie, todo se puede volver en contra.
ResponderEliminarMe gustó esa diablo tuyo que espera su momento.
Un abrazo.
Luisa ahora tienes que contarnos el turno del diablo. Jeje.
ResponderEliminarEs muy bueno.
Besos desde el aire
La venganza se saborea cuando se sirve en frío. Pero es doloroso esperar a la temperatura ideal, me da envidia ese diablo. Alguna vez me hubiera gustado que llegara mi turno.
ResponderEliminarBesos infernales
Luisa, "la venganza es un plato que se sirve frío". Y si el cocinero es el mismísimo diablo, seguro que estamos ante una opípara cena. Me gustan estas historias en la frontera de lo real y lo fantástico. Total, al final el diablo habita en cada uno de nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues eso, que cuando el diablo no tiene qué hacer con el rabo mata moscas.
ResponderEliminarYo también quiero segunda parte, y si es tan buena como esta, una serie para la FOX. En serio.
Un saludo.
Bien servida la venganza.
ResponderEliminarTodo un curso educativo les aprovechará.
Fabuloso! Me gusta este diablo rencoroso y traidor. Besos para ti y un arañazo para él.
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