14 de febrero de 2014

El escritor

              Sueños.
            El silencio.
            Ojos cerrados.
Una respiración.
            El ruido del despertador.
            El botón con el que se para.
            El calor debajo de las mantas.
            Las zapatillas, la bata, la ducha.
            El agua caliente, la espuma y el jabón.
            El primer paseo por la casa y un cigarro.
            El olor del café recién hecho, el de las tostadas.
            Un vistazo a la mesa del despacho: las hojas están ahí.
            Las palabras escritas llaman a las que ya flotan en el aire.
            La pereza ante el trabajo, el deseo de terminar el libro. Las ganas.
            Sube las persianas. Entra la luz. Prefiere mirar a las musas a la cara.
            El paquete de folios, los bolígrafos alineados, la música sonando de fondo.
            Una silla cómoda, una mesa abarrotada, tres diccionarios, un talismán y una flor.
Ya.
          Sólo faltaba él, el secretario de las voces de sus personajes, los mismos que a duras penas le han abandonado durante la noche, que apenas han respetado su descanso, que se han colado en sus sueños para llenarlos de palabras; aquellos a los que dejó al borde de la desesperación, del llanto, a punto de ser abandonados por sus amantes o de tomar una importante y dolorosa decisión. Sus personajes, los dueños de todas sus horas, sus amos. Todos están ya allí, junto a él, piden turno y se callan. Después empiezan a susurrarle en el oído, a ese hombre que se cree escritor.     

4 comentarios:

  1. ¡Ay, los personajes! Cuando están nos absorben y si se van, nos sentimos vacías, no sabemos vivir sin su compañía.

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  2. Me gusta la estructura, la disposición del texto, es un juego precioso. Es más me quedaría sólo con la primera parte, la 2ª rompe el esquema y desde mi punto de vista es innecesaria.
    Besos.

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  3. Si, escribir es un juego o debería.
    Es posible que la segunda parte sobre, tienes razón. No he usado la tijera tanto como debiera.
    Gracias a las dos, por la visita, los comentarios y la opinión

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  4. Me fascina la estructura que le has dado, esa escalera que no sé, si va en subida o en bajada.

    Besos desde el aire

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