-No veo nada –dijo la voz-. Ya no puedo ver nada.
Y el silencio se extendió sobre nosotros del mismo modo que aquel extraño virus se había propagado por la Tierra y nos había convertido en ciegos.
El planeta azul ahora era negro. La era de los hombres había tocado a su fin.
¿Y nosotros?, ¿qué sería de nosotros? Nos fuimos dispersando despacio, tropezando tristemente con los objetos.
(microrrelato publicado en La Esfera Cultural)
¡Bien Luisa, aquí debe estar!
ResponderEliminarImposible no asociar este micro con las cegueras que conocemos; la de Saramago, por ejemplo. Pero eso no le quita mérito alguno.
(Además, pensemos en futuras generaciones que quizás nunca lean a los clásicos. ;-))
Me gustó mucho!
Saludos!
¡Dios, qué futuro tan negro dibujas! Y muy bien dibujado, por eso estremece.
ResponderEliminarPar de abrazos.
Tras perder la vista nos queda la palabra y después.. silencio. Buff qué escalofrío!! La última frase es total
ResponderEliminarSaludillos
Gracias, gracias.
ResponderEliminarClaudia, tu consejo fue muy bueno. Supe que tenías razón en cuanto lo leí. Gracias.
Lola: ojala que sólo sea un futuro, uno entre otros.
Puck: si, la última frase es dura, te deja como con desazón. ¿No es verdad?
Muchas gracias por pasaros, por comentar, opinar, criticas y estar ahí.
Un beso, uno para cada una.