1 de febrero de 2011

El sofá

Cuando entró en la casa, sus ojos se posaron en él. Durante meses había sido el primer sitio al que miraba  intentando saber como estaba su mujer antes incluso de que ella lo descubriera en la puerta, mirándola, y lo mintiese.
Ahora que ella no estaba, no sabía si odiar aquel mueble o agradecerle los servicios prestados. Por su culpa su mujer había abandonado la cama dejándolo solo; pero, gracias a él, aún estando gravemente enferma, ella había seguido estando en el centro de la casa y de la vida.
Ahora estaban solos, frente a frente, aquel mueble y él. El sofá con el olor de su mujer y la forma de su cuerpo aún impresa; él, lleno de imborrables recuerdos.
Se sentó y tuvo que darle la razón a ella. Sí, el dolor se apaciguaba cuando uno se sentaba en aquel mueble.

(microrrelato presentado al II Certamen de relatos Historias de mis Muebles)   

8 comentarios:

  1. Me ha emocionado este micro, Luisa.
    Un beso.

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  2. Es fantástico.¡Ay, los jurados!

    Doble beso.

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  3. Un micro lleno de sensaciones. Me da a mí que el jurado de los muebles se mueve más por el terreno humorístico, no he visto los seleccionados, pero te aseguro que el tuyo llega, y mucho. Un abrazo.

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  4. Gracias a los tres, vosotros sí que llegáis, alto y claro.
    Muchas gracias.

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  5. No creo que haya nada que apacigüe algo así pero el micro es fantástico.

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  6. Excelente micro Luisa! Cómo estamos eh? Me encantó!
    Saludos!

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  7. Me gusta muchísimo Luisa, dice tantas cosas y tan bellamente.
    No sé qué ha pasado con el concurso, pero el micro es perfecto.
    Un abrazo

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