Sin ir más lejos, los policías, ellos se pasean de dos en dos para intimidar al vecindario. Van armados, no dudan en hacer usos de sus porras o en llamar a más compañeros cuando ven que en algún lugar de la calle puede haber juerga. Muchos van uniformados y así se les puede ver a distancia pero, lamentablemente, no lo hacen todos; y de aquellos que van de incógnito, unos cobardes, nadie sabe qué hacen o qué buscan. Sea como fuere, trabajan por dinero, y eso lo dice todo.
En cambio los ladrones, qué diferencia, ellos son hombres de amigos y de familia, hombres de honor regidos por reglas ancestrales que muy pocos rompen, hombres sinceros, y es que los ladrones, en cuanto alguno de ellos quiere salirse del tiesto, no dudan en hacer justicia.
Jajajajaja.... Está bien la vuelta de tuerca
ResponderEliminarSin duda me quedo con los ladrones. Hombres como dios manda. (Luisa, aquí estoy, a vueltas con la a y la e. Ya te contaré). Un beso.
ResponderEliminarNo me quedo unos ni otros. Pero con la frescura y simpatía de tu manera de contarlo, sí. Un saludo.
ResponderEliminar"Trabajan por dinero y eso lo dice todo" genial, ja ja!!
ResponderEliminarMejor estar lejos de ambos grupos.
Abrazos
¡Ah! entonces así son las cosas, ahora me toca a mí cambiar mis ideas, jajaja.
ResponderEliminarBesitos