Descubrieron que tenían el tiempo y las ganas, que ellos eran quizá los últimos que podían iniciar esa revolución. Eso les dio alas. Se formaron, se organizaron, aprendieron cosas que ni se imaginaban y empezaron a sentir que sí, que podían.
Un día como otro cualquiera enderezaron la columna, pusieron en su rostro una sonrisa, en sus ojos una mirada pícara, y salieron de los sitios en los que estaban recluidos dispuestos a cumplir con su misión. Algún periodista les llamó “los viejos verdes” y ellos, lejos de ofenderse, asumieron el nombre y se quitaron algunos achaques más de encima.
Estaban cargados de semillas y de saberes a punto de extinguir. No había nadie mejor que ellos para conseguir que los niños aprendieran a amar y respetar su planeta.
(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, envíamelo y lo publicaré aquí junto a los otros. ¡Muchas gracias!)
Luisa tienes que quitar mi enlace, al final no hemos metido el pre-boceto, jejejeje.
ResponderEliminarUn abrazo!...seguimos luchando por esta tierra nuuestra
Muy bueno el doble sentido de "verdes". Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta el concepto de viejo verde. Cuando vi el título de la entrada imaginé un bosque frondoso de árboles altísimos y de anchos troncos. Pero estos viejos verdes tienen un encanto especial. Ahora me qedo con la curiosidad de ver ese pre-boceto...
ResponderEliminarPasa por mi Deja tu huella y dáme tu opinión, Luisa. Un saludo.
Tienes razón, Juanlu, he cometido un error. Perdona. Voy a enmendarlo.
ResponderEliminar¿Os veis siendo unos viejos verdes?
Un beso.
Luisa, cuando empiezas a leer con el titulo como referencia esperas que el titulo vaya por un derrotero que en esta ocasión tan sabiamente has virado. Me ha encantado ese juego.
ResponderEliminarTambién la forma tan sencilla y especial como está escrito.
Felicidades.
Me uno al club de los viejos verdes,
ResponderEliminarCon tu permiso claro.
Encantador este relato verde.
Besos desde el aire
Yo no sé nada de plantas pero... somos la primera generación que nos podemos unir a nivel global y cuando seamos viejecitos, todo será mejor que permanecer sentados.
ResponderEliminarUn beso a todos
jajaja muy bueno el doble sentido del título y el color.
ResponderEliminarSaludillos
Rezuma bonomía e inocencia. Precioso!
ResponderEliminar¡Me encantan estos "Viejos verdes"! Yo quiero formar parte de esta pandilla.
ResponderEliminarBesitos
Nada más ecologista que sembrar, alimentar las aves, y alentar a todo mundo a hacer lo mismo.
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