El hacker concluyó la creación del virus informático al que, quizás sin ser consciente de ello, había hecho a su imagen y semejanza. Un virus solitario, mediocre e insignificante pero con una cierta capacidad para crear destrucción.
El hacker eligió también la fecha en que empezaría su particular fin del mundo: el día del cumpleaños de su exnovia.
Llegó el día, pasó y el mundo siguió su curso.
Creo que lo he comentado antes, ¿verdad?, el hacker diseñó un virus a su imagen y semejanza, no supo hacer más que eso.
Qué bien descrito el personaje. Pobrecillo, se china y no se entera ni dios. Pues estos mediocres suelen ser los dementes que se presentan en cualquier sitio con una catana o una pistola.
ResponderEliminarQué susto. Menos mal que el virus era como él. Pero no hay que confiarse, como dice Miguelángel, los pobrecitos mediocres, que pasan desapercibidos, son los más peligrosos. Un beso de domingo.
ResponderEliminarHay gente así, a patadas. Pero qué bien que su fracaso sea el éxito de quienes tienen algo positivo que aportar.
ResponderEliminarAbrazos sin virus.
Redondo micro, perfecto!!!!
ResponderEliminarMi enhorabuena por este texto, Luisa.
Y un abrazo
Toda destrucción ajena basada en una destrucción propia precedente esta condenada al fracaso,,,
ResponderEliminarSin dudas suerte que el fracaso del Hacker significaba la paz de muchos.
Un abrazo.
Este micro es un gran ejemplo de construcción de un personaje perdedor, Luisa. Al punto que lo que le nace al lector es una sonrisa que disimula un "se lo merece por capullo".
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy con Pedro Luisa, se lo merece por capullo...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Estoy con los compis que han comentado sobre la excelente construcción del personaje y su psicología. Besos, Luisa.
ResponderEliminarPues lo mismo digo, una excelente contrucción del personaje.
ResponderEliminarBesitos