Se
dirigió a uno de los terminales que había en la calle, tecleó su clave y… la
pantalla permaneció muda.
Pensó
que se había equivocado, que sus dedos no habían dibujado la sucesión exacta de
números y letras que le habían asignado desde la cuna, el santo y seña que le
daba acceso a la Red, a sus contactos, a su memoria, a sus recuerdos, a sus
proyectos, a su vida.
Repitió
el gesto y no ocurrió nada.
El
miedo y la certeza llegaron más tarde. Todos sabían que a veces se producían
fallos en la Red, que algunos registros se borraban por error y éstos
arrastraban a otros en la caída.
Lo
supo entonces. No tenía nada, no era nadie y muy posiblemente no había existido
nunca.
Genial relato, describes un mundo de ficción reflejo de uno real, donde a veces se pasa inadvertido, sin identidad propia y donde los recuerdos han desaparecido y la desesperanza ocupa la mente.
ResponderEliminarEs una posibilidad que asusta. Estamos tan controlados por números, registros y máquinas que no existimos por nosotros mismos. Excelentemente escrito, como siempre. Un beso.
ResponderEliminarMiedo da si, muy posible y muy real. Para algunos sólo somos un número en una lista...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Me ha gustado. Seguro que esto pasará algún día. Si no estás en la red... no serás nadie.
ResponderEliminarBesos
Yo confieso que siento mucho miedo. El micro me produce una fuerte sensación de indefensión, que espero que trasmita, y... no es divertido ni un poco.
ResponderEliminarUn beso, Luisa.
(Ah, mañana estaré de huelga)
¿Huelga, Luisa? Tené cuidado, no sea que al regresar ya no puedas ingresar tu clave al sistema, no tengas más acceso a tu red y...
ResponderEliminarBueno, eso :))
Muy buen micro (no tan futurista)
¡Un saludo!
Es lo que pasa cuando no somos más que un dato informático.
ResponderEliminarUn saludo.
Una sensación que asusta...¿Dónde nos estaremos metiendo con tanto navegar?
ResponderEliminarSin mar, sin barco...
Muy bueno. Yo ya estoy preparando el candado para echarlo.
Besicos
No, no asusta nada : es así. Ni siquiera somos conscientes dónde dejamos esta parte de nuestras vidas...un día nos levantaremos ... la empresa de gmail, de blogger, de google, y de google chrome ...habrá caído en quiebra, o en ERE ...y desapareceremos todos con ella ... pasearemos como noctámbulos por Madrid, Barcelona, Argentina ...preguntando por una tal Luisa Hurtado ...y ....no sigo, que no me parece tan de ficción y puedo asustar a alguien.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un beso.
Es ficción pero no, somos ya eso datos y poco más y no nos damos cuenta.
ResponderEliminarMuy bueno
Besitos
¿Y quererse borrar de la Red y que esto sea imposible porque siempre quedará un rastro por el que nos puedan encontrar? Eso también me da miedo, ya no es posible esa frase que dice "paren el mundo, que me apeo".
ResponderEliminarUn beso
Para el mundo laboral ya somo eso, y nada más que eso. Un dato.
ResponderEliminarAcabo de leer una frase en el libro que estoy leyendo, que me ha recordado tu relato.Dice Gombrowicz "Yo no era nada, por lo tanto podía permitírmelo todo"
ResponderEliminarSolo quería compartirlo.
Besos
Era un fantasma como yo :-)
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