La tierra sigue saturada de
ceniza.
El suministro de agua más
cercano contiene demasiada sal.
Incluso a la luz del sol le
cuesta abrirse paso hasta este recóndito lugar.
Las plantas, ignorantes de
la situación, florecen al contacto con los susurros de aliento que manan de la
boca del hombrecillo de piel tostada.
Microrrelato escrito por
Montse Aguilera
Ilustración
hecha por Juanlu/Luiyi
(Si tienes un microrrelato con temática
ecologista, no dudes en enviármelo. Si, por el contrario, prefieres ilustrar,
ponte en contacto conmigo, esta sección la estamos construyendo entre todos y
estás invitado. ¡Muchas gracias!)
Un micro desolador con un final esperanzador.
ResponderEliminarUn precioso dibu para hacer más visual la historia.
Enhorabuena Montse, Juanlu y Luisa.
Besos desde el aire
Está bien que los "hombrecillos" sirvan para algo, no solo para extropearlo todo, ¿no es parece?
ResponderEliminarCuando no nos quede otra cosa que el aliento... ay de ese día! La esperanza sigue siendo muy necesaria. Felicitaciones, Montse y Juanlu! Saludos van
ResponderEliminarYa era hora de volver a colaborar con Moon, jeje...un abrazo Luisa, tengo pendiente juan cosa contigo...dame unos días que acabo de llegar a casa.
ResponderEliminarBESOS A AMBAS
Estupendo trabajo. Un aplauso.
ResponderEliminarY tres abrazos.
Estupendísima colaboración a cuatro manos. Hoy lo había leído antes en casa de Juanlu, aunque siempre hago al revés. Os dejo mis susurros de aliento de una mujercilla de piel ...blanca (es que se me va el moreno).
ResponderEliminarBesos para los tres muy fuertes.
Aunque llegue el martes, estos lunes me encantan y hoy, especialmente, por encontrarme con Montse en las letras.
ResponderEliminarUn micro que no deja un soplo de esperanza sobre el desasosiego que genera una visión de futuro tétrica.
La ilustración de Juanlu, en su línea de llegar a interpretaciones visuales formidables.
Un abrazo a los tres.
Hermosa leyenda, al menos queda esperanza.
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