Las esclavas del palacio,
acostumbradas a moverse con rapidez y diligencia, se dispersan por las
distintas habitaciones del harén dejando tras de sí un leve crujido de telas y
un amortiguado sonido de risas. La favorita, en cambio, ha de poner todo su
empeño en mantener el gesto serio: el sultán, una vez más, quiere vestirse de
mujer y su talla es la de su preferida; pero esta vez se propone convencerle de
que se depile, dejando que aplique la sutil tortura el más torpe de los
eunucos.
(microrrelato
finalista en la 47ª edición del concurso de microrrelatos en Bubok)
¡¡Enhorabuena Luisa!! Creo que yo también llego la primera a tu blog. Buen micro ambientado en un harén muy singular. Jaja...ese sultán va a salir mal parado con el eunuco.
ResponderEliminarMicro inteligente, Luisa, y me alegro de que esté seleccionado. Besos muy agradecidos. ;)
Mas que un micro, ha sido un divertimento que hizo gracia. Si se escapa una sonrisa, estará bien. ¿Quien dijo que no había sultanes homoxesuales, eh?
ResponderEliminar¡Enhorabuena, Luisa!
ResponderEliminarEste micro -justamente premiado- destila la esencia del licor de la venganza, que cuando es femenina es mucho más sutil y dolorosa.
Un abrazo,
Excelente micro, aunque duele, duele...ja ja. Saludos.
ResponderEliminarMuy bueno,amiga Luisa
ResponderEliminar...Y muchas enhorasbuenas...
Besicos
Felicidades, Luisa!! Me gusta mucho la imagen del principio, las esclavas en el ambiente de palacio, las risas, las telas. Y esa venganza servida en "cera".
ResponderEliminarUn abrazo,
Pequeñas venganzas entre grandes secretos.
ResponderEliminarJajaja, me encanta esa venganza, de verdad. Felicidades por este finalista.
ResponderEliminarBesitos