Todas
las cámaras estaban pendientes de aquel hombre; a través de ellas, millones de
personas iban quizás a tener la oportunidad de ver cómo aquel atleta
pulverizaba el record mundial de velocidad.
El
silencio era total y, cuando sonó el disparo y la carrera se inició, el mundo
entero dejó de respirar, de pestañear incluso.
Los
segundos pasaron.
El
favorito estaba a la cabeza pero, en el último instante, alguien tan entrenado
como él, con la misma excelente técnica, logró adelantarle y vencerle.
La
foto finish era incuestionable: había ganado su sombra.
(microrrelato
publicado en el número 36 de Pseudònims, la
palabra clave era “sombra”)
Si hubiera corrido de espaldas, esto no le hubiera ocurrido :D
ResponderEliminarBesos
¡Enhorabuena por la publicación, Luisa!
ResponderEliminarEste es un micro que gana en su palabra final. Ese giro inesperado -al menos para este lector que no conocía el leit motiv de la convocatoria- nos arranca una sonrisa y nos lleva otra vez al principio para releer con detenimiento.
Un abrazo,
¡Enhorabuena, Luisa!
ResponderEliminarUn final, en mi caso sorpresivo, no me lo esperaba, la verdad.
Besitos
Para que luego digan que no era ni la sombra de si mismo.
ResponderEliminarAh pero me agarraste! Muy original, Luisa! Después de todo ganó el favorito ;) Saludos van!
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