Padre insiste en que son como fruta madura y me
recuerda que no les mire a la cara para evitar tener pesadillas, yo le repito
que lo intentaré y él me pasa la mano por la cabeza.
Vamos todas las tardes, cuando el sol se ha ocultado y
la noche ya acecha. Nos movemos en silencio, con rapidez y con respeto; padre
dice que el respeto es fundamental pero lo cierto es que después les
registramos sin miramientos, de arriba abajo, esperando que a los soldados se
les haya pasado alguna cosa.
Limpiamos la entrada al pueblo y la dejamos lista para
que mañana, cuando amanezca, el conde pueda seguir ahorcando a sus enemigos y
haciendo justicia.
(microrrelato
escrito para el concurso de Esta
noche te cuento, propuesta del mes de septiembre: …como fruta
madura)
Joo Luisa!!! Me has pillado con el final.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Que relato tan cruel, y tan real.
ResponderEliminarBesos
Como dije en "Esta noche..." fue pensar en "fruta madura" y ver el micro. No me digáis por qué.
ResponderEliminarUna historia dura contada con cotidianeidad
ResponderEliminarIM - PRE - SIO - NAN - TE!! Me dejaste de una pieza, Luisa. Permisito pero lo comparto en fb porque es un cuentazo con todas las letras. Felicitaciones!
ResponderEliminarEs un micro tremendamente duro por lo verosímil de su planteamiento, Luisa. Imaginar a ese niño y la tarea a la que ha de enfrentarse cada día es perturbador.
ResponderEliminarGran aportación a la iniciativa de ENTC.
Mis aplausos.
Totalmente opuesto a la historia de ¡humor! !con una vaca que caía del árbol, que yo presenté!. Lo tuyo roza el "prohibido para menores de cuarenta años". La imagen es estremecedora y terrorífica, al más puro estilo de las escenas en blanco y negro de los años treinta.
ResponderEliminarUn besote Luisa, yo creo que lo había leído allí, y lo he vuelto a disfrutar.
Con razón no debóia mirarle a la cara. Me ha gustado mucho a pesar de la dureza.
ResponderEliminarSaludos.
Me ha encantado el microrrelato, tan crudo y dulce al mismo tiempo. Es la primera vez que paso por este blog, pero después de lo que he visto, prometo más visitas.
ResponderEliminarLimpiando los frutos del conde para no madurar antes de tiempo.
ResponderEliminarBesos, Luisa.
Cuanto cuentas con ta poco. Eso es un microrrelato!!!
ResponderEliminarEs duro: sí, pero eso es lo de menos, tiene intriga hasta el final, se lee y se relee con gusto y da pie a imaginar un mundo completo, con sus leyes y particularidades. Además creo que entre tantas cosas que leemos a lo largo de los días y las semanas, este relato es de los que dejan marcada su huella en la memoria.