3 de febrero de 2014

Miembro fantasma

Lo habíamos intentado todo y nada había funcionado, de modo que cortamos por lo sano. Sin embargo, a día de hoy, aún lo siento unido a mi cuerpo y el dolor de su ausencia sigue sin calmarse. Mis amigas dicen que es normal, que eso es porque mi cerebro aún tiene un área dedicada a ese miembro amputado, que he de tener paciencia, que tengo que acostumbrarme. Y yo sólo sé que, sean éstas sensaciones fantasmas o no, si llego a saberlo antes, hubiese preferido que siguiéramos siendo pareja y que él estuviese a mi lado.

6 comentarios:

  1. Sin duda este "Miembro fantasma" no se descubre hasta el final. Intriga por conocer el miembro amputado. Hay relaciones que "ni contigo ni sin ti". Me gusta.

    Un abrazo, Luisa

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  2. A veces es peor el remedio que la enfermedad. Aún así, creo que llevan razón tus amigas. Paciencia es la madre de todas las ciencias.
    Saludos!

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  3. Luisa, quizás si era fantasma, si no estaba cuando se le necesitaba...mejor así, por mucho que duela.

    Bien narrado hasta el final.

    Abrazos.

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  4. Fantasma antes y después, parece claro.
    Gracias por venir y comentar

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  5. Un micro redondo, de los que te sacan una sonrisa con su su sorprendente final.

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  6. Es lo que tiene la amputación, no te desprendes de la sensación del miembro amputado hasta que dejas de añorarlo.
    Un abrazo.

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