30 de diciembre de 2011

Hay un detective nuevo en la ciudad

          G. se retrepó en el sillón y miró a su alrededor profundamente satisfecho. Habían sido días de agobioso trabajo pero el fruto de todos ellos estaba allí, entre aquellas cuatro paredes: un sombrero quizás algo grande, una gabardina manchada de cascarrias, una pistola en el cajón de la mesa y una puerta con un letrero en el que se podía leer: “Detective”.  Entonces entró ella, como un torbellino y preciosa, haciendo que perdiese el equilibrio y se esmorroñase.
            -¿Te has hecho daño? –preguntó solícita.
            -No, gracias, estoy bien. ¿Qué desea?
            -Que me tutees y que me contrates. Me han dicho que buscas secretaria.
            -Sí, es cierto.
          Volvió a mirarla. Era mucho más de lo que se había atrevido a soñar, con aquella mirada llena de jugosas promesas. Empezó a sudar, sacó un pañuelo del bolsillo del pantalón y volvió a sentarse:
            -¿Estás acatarrado? –preguntó ella con una cara de preocupación encantadora.
            -No, no me escullan las narices es que…
        -Babeas. Tranquilo, les ocurre a algunos hombres en mi presencia –dijo con  naturalidad.
Poco después el detective G. oía el ruido de unos tacones en el despacho de al lado y empezaba a sentirse como nunca.

12 comentarios:

  1. De esta historia de detectives me quedo con "esmorroñase". Es un micro lleno de promesas. Me he quedado con ganas de más. Lo podías convertir en micronovela. Un beso y feliz año nuevo.

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  2. Si, dan ganas de saber más... creo que no estoy acostumbrada a tanto palabro y me suena raro, pero me alegro que las saques a pasear desde el baúl de palabras interesantes.
    Un abrazuelo

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  3. La palabra Cascarrias me trae muchos recuerdos... pero esa, es otra historia.
    Besos!!

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  4. Ya decía Bolaño que esta vida sólo vale la pena vivirla como delincuente o como detective.

    He disfrutado del ejercicio de leer buceando -simultáneamente- en el diccionario.

    Un abrazo.

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  5. Fuimos caminando por sinuosos pasillos con un diccionario entre las manos (fuimos lectores).

    Me gustó el micro; es como un dulce prolegómeno quizás, aunque muchas veces los prolegómenos son la historia completa. Eso sólo lo sabrán ella y él (y la autora tal vez).

    Estuvo muy bueno ver esas palabras, siempre relegadas a piezas de museo, en acción literaria.

    Saludos

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  6. Una historia que a mí me parece incompleta, por lo que insto a la tal Luisa, recogedora de palabras en vías de extinción, a que la continúe, bajo amenza de mi pistola cargada de...flores de papel.

    Abrazos de entrada de año.

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  7. No me puedes matar Lola, de momento estoy un poquillo muerta (culpa de Manu). No sé si sabré (no lo veo) contar una de detectives o de personas que lo son. Estudiaré las propuestas y sobre todo, me lo estudiaré.

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  8. ¡Venga! que me apunto a esa idea de que debes continuar, Luisa. A mí también me ha gusta ese detective y el uso que haces de estas palabras a punto de extinción.

    Besitos

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  9. Se acabó la Navidad, etra el año nuevo, así que feliz entrada y mejor año!!!

    Por cierto, he presentao un par de dibujillos aquí http://unaideamuchoarte.blogspot.com/
    espero sean de su anti agrado, jjejejeje

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  10. ¡Jaja! Me ha encantado ver la palabra 'escullar' en tu micro, Luisa. Por cierto, muy bien puesta en su sitio ;-)
    ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!

    Un abrazo.

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  11. Jeejje, venía sólo a desearte feliz año, gracias por la sonrisa extra ;-)
    Besos

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  12. Merece twittearse, ahora lo subo.
    Sl2

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