Eran sus primeros días como detective y G. no tenía mucho trabajo, pero ella estaba allí para hacerle las mañanas más cortas.
-Palabrear -dijo-, ¿no sabes qué es?
Durante una mañana habían estado “palabreando”, ella insistía en llamarlo así; pero él sólo se acordaba de “Nueve semanas y media”. De hecho, un día después, seguía sin poder pensar en otra cosa.
“Eva. La V es fácil, su escote. La A… “, intentó relajarse y hasta se puso un poco cursi, “la A minúscula, esa letra encierra toda su esencia y deja detrás de sí un rastro de perfume igual que hace ella, en cuanto a la E…”
-¡Eva! ¿Puedes venir un momento?
-Dime -dijo ella desde la puerta con un delicioso mohín de fastidio-, estoy ocupada.
-Perdona. Cuando acabes, tranquila.
De nuevo solo, siguió con sus pensamientos: “La E es su mano arañándome la espalda”, sonrió satisfecho por la ocurrencia, “cuando lo haga, claro”.
-Eva -dijo en voz alta y se aovilló en la nube del sonido de esas dos sílabas, palabreando como un campeón por primera vez en su vida.
-Palabrear -dijo-, ¿no sabes qué es?
Durante una mañana habían estado “palabreando”, ella insistía en llamarlo así; pero él sólo se acordaba de “Nueve semanas y media”. De hecho, un día después, seguía sin poder pensar en otra cosa.
“Eva. La V es fácil, su escote. La A… “, intentó relajarse y hasta se puso un poco cursi, “la A minúscula, esa letra encierra toda su esencia y deja detrás de sí un rastro de perfume igual que hace ella, en cuanto a la E…”
-¡Eva! ¿Puedes venir un momento?
-Dime -dijo ella desde la puerta con un delicioso mohín de fastidio-, estoy ocupada.
-Perdona. Cuando acabes, tranquila.
De nuevo solo, siguió con sus pensamientos: “La E es su mano arañándome la espalda”, sonrió satisfecho por la ocurrencia, “cuando lo haga, claro”.
-Eva -dijo en voz alta y se aovilló en la nube del sonido de esas dos sílabas, palabreando como un campeón por primera vez en su vida.
***
Muy bien estructurado este relato, esa fusión entre una palabra nueva y el desarrollo de la historia a través de su definición. Además, las reglas mnemotécnicas que has buscado son muy buenas, sobre todo el escote y el arañazo en la espalda. Genial, un abrazo.
ResponderEliminarEva, un nombre bonito para una historia que también lo es.
ResponderEliminarUn abrazo
Esta palabra sí que me ha gustado de verdad. Es preciosa. Me ha encantado también que hayas seguido la historia del detective y su secretario. Y ese nombre la bonita, Eva, tan corto y maravilloso, sonoro y cálido.
ResponderEliminarUn beso.
"Se aovilló en la nube del sonido". Me encanta Luisa. Y esa V de Escote, y la E como tres dedos que peinan la espalda con sutil delicadeza.
ResponderEliminarPrecioso texto, muy visual. Besos
Me gusta este metodo didactico que nos aplicas, Luisa; más aún cuando lo haces con una pieza de la calidad de esta.
ResponderEliminarUna pena que no me lo hubieran explicado todo así. Habría aprendido mucho mas de lo que lo he hecho.
Un abrazo.
Deja un regusto dulce en el paladar... Me ha encantado Luisa.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Genial palabra, una prima literaria del verbo "paladear";
ResponderEliminarme encantó la construcción del micro, va de la acción a la metáfora con una soltura admirable.
No sólo presentas una nueva palabra, sino que también la elevas, la abrís y nos obsequias un hueco en ella para que disfrutemos de este hermoso cuento,
Creo que la sensación fue tan placentera porque yo también luego del punto final me encuentro palabreando-comentando...
Un abrazo.
Algunas palabras tienen olores difíciles de olvidar...
ResponderEliminarAndo buscando "palabros" de por aquí para mandarte alguno.
Besicos amiga.
Hoy La ESfera me publica un texto. Estoy contenta porque siempre es un placer encontrarse en otros espacios con la gente amiga.
Besicos