Los dados pesan en mi mano y en ellos pongo una vez más todas mis esperanzas. Cuando caen sobre la mesa, parecen burlarse de nuevo de mí, jugando.
Han sido demasiados meses llenos de batallas perdidas y hoy sólo son los usureros los que quieren acompañarme. Sin embargo el juego acabará cuando yo lo decida, tengo una carta más: el arma cuyo peso empiezo a sentir ahora. Sonrío, es un as y nadie puede ganarle.
(microrrelato escrito para la propuesta hecha en Triple C: Minificciones a partir de una imagen, mes de diciembre)
El as siempre gana. No hay que confiar mucho en la suerte, nuestro esfuerzo podrá a veces ganar la partida. Un beso.
ResponderEliminarLuisa, toda adicción es perjudicial, y me imagino que la del juego muy peligrosa. Más cuando se recurre a prestamistas y a trampas para seguir jugando.
ResponderEliminarComo dice Mar, un as siempre gana, aunque cuidado con la escalera de color, que a eso nadie lo supera.
Un abrazo.
eso es estar enganchado al juego!...pena que los ases se disparan solos...
ResponderEliminarUn abrazo!
Ese as me da mucho que pensar, y lo que pienso me llena de tristeza. Me gusta tu micro.
ResponderEliminarUn beso
Como bien dicen por ahí, no hay que confiar en la suerte, sino jugar bien tu baza.
ResponderEliminarAbrazos!!
El juego como diversión es una gozada, pero cuando se convierte en adicción... El juego es tu carcelero.
ResponderEliminarGran micro, Luisa.
Un beso.
Gracias, chicos y chicas, sois muy amables. En mi opinión, el micro es bastante... simplón, como sin dobleces; esto no es malo pero... como que le falta algo.
ResponderEliminarVamos, que me quedo con vuestros comentarios, mucho mejor que los míos propios.
El peso de la suerte que ya siente dominando su brazo,,, y los dados que lanzan su alma sobre el paño,
ResponderEliminarLa suerte es la peor máscara del fracaso,
Excelente micro, un abrazo.
Trazos finos para dibujar la ludopatía, Luisa.
ResponderEliminarComo suelo decir -repitiéndome hasta la saciedad- me admira ver cómo le sacais punta a las imágenes impuestas.
Un abrazo.
El relato va ganando fuerza hasta el final, que nos deja una estremecedora imagen sin necesidad de describirla.
ResponderEliminarUn beso
Me acuerdo de este micro que tanto admiré en su momento. Me acuerdo que te dije 'me hubiera gustado escribirlo'.
ResponderEliminarY así sigue siendo.
Un beso enorme, Luisa
Está metido en una dura partida.
ResponderEliminarBesitos