15 de enero de 2012

Un comentario poco afortunado

Totalmente seguro de que ella contestaría con un “¡cómo puedes pensar algo así!”, él no dudó en decir aquel “nunca me has querido, lo sé” sin pensar en las consecuencias.
          Sin embargo aquellas palabras aumentaron tanto su peso al contacto con el aire que los labios de la mujer permanecieron cerrados y secos, y ella entre atónita y dolida.
       Durante meses ni ella ni él volvieron a hablar de aquel tema. En cambio, permitieron que el silencio se instalase entre ellos y alimentase rencores y sospechas.
         No mucho después, ya sin esperar respuesta, él dijo “adiós” y ella se limitó a asentir con la cabeza.

10 comentarios:

  1. Hay palabras que nunca deben ser dichas a la ligera. Describes con absoluta maestría situaciones cotidinas y las conviertes en flores raras y únicas. Un beso.

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  2. Estoy con Mar, describes con maestría el día a día.

    El año pasado un amigo vivió una situación muy parecida, ella le dijo es que nunca me dices que me quieres, el calló, se abrió el precipicio, llegaron las lágrimas (de los dos) pero ya no fueron más pareja.

    Un abrazo!

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  3. Luisa, pocas palabras y silencios, sobre todo estos últimos, son mala compañía en una relación.
    Me gustó que mostrases esa realidad.

    Un abrazo.

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  4. Me encantó lo de "al contacto con el aire...". Nunca se puede hablar esperando oir lo que uno quiere, para eso se hace uno un monólogo y se acabó. Muy bueno.
    Un abrazo.

    PD. No sé si te lo he dicho, Luísa, voy loco, pero me halagó mucho tu visita.

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  5. En boca cerrada no entran moscas, decía mi abuelo. Se ve que a él no se lo dijeron, pobrecillo...
    Encuentro magnífico a tu micro. Mostrás con precisión y economía matemática, cómo puede cambiar la vida de alguien (y de su entorno) por olvidar cuánto se hiere con las palabras.

    Abrazos

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  6. Cada palabra que decimos tiene un peso específico. Usar las que no se debemos, tiene sus consecuencias. Muy bien mostrado.

    Un saludo

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  7. En mínimos trazos nos dibujas la tristeza del desencuentro de esta pareja.

    Nada más triste que unos labios cerrados y secos para pasar la vida.

    Enhorabuena, Luisa.

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  8. Más o menos en la misma sintonía pero con desenlace distinto en las formas es el texto que me publicó La Esfera el sábado...

    Este micro tienen las palabras certeras para la situación no le falta nada. Eres muy buena usándolas amiga, Luisa.
    Besicos

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  9. El poder de la palabra,

    y el error de usarlas como un medio para generar una u otra reacción, quizás las palabras debieran ser un fin,,, puestas como puente se vacían de contenido y pueden llegar a hacer mucho daño.

    Me gustó mucho, un abrazo.

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  10. Y de como las palabras provocan silencios y desencuentros. El silencio es un gran castigo, pero no es mejor reencontrarse con nuevas palabras? Un micro muy duro, Luisa, muy bueno.

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