Siempre había puesto mucho cuidado en cómo se vestía, siempre, deseando secretamente encontrar a alguien que quisiera desnudarla el resto de las noches de su vida.
Gracias, Amando, por pasarte por aquí. En cuanto a tí, Paloma, ya me he pasado por tu blog en el que ya me había fijado. Creo que vamos a estar en contacto. Gracias.
Como un cocinero que prepara un plato cuidando cada detalle, así ella: buscando simetrías, soñando los colores, mostrando el ángulo perfecto... Y luego un instante... Abrazos de intensa brevedad
Creo que la sensación es muy similar en muchos casos. Enhorabuena.
ResponderEliminarHola Luisa, soy Paloma, la de los tres puntos de minificciones.
ResponderEliminarMe gusta este señuelo y tu forma de escribir, un placer conocerte.
Un saludo
Paloma
Por si quieres visitarme, te dejo la dirección de mi blog
http://unlibroesunjardndebolsillo.blogspot.com
Gracias, Amando, por pasarte por aquí.
ResponderEliminarEn cuanto a tí, Paloma, ya me he pasado por tu blog en el que ya me había fijado. Creo que vamos a estar en contacto. Gracias.
Me encanta eso de "el resto de las noches"
ResponderEliminarSaludillos
A mi me parece muy erótico una mujer vistiendo, como en la canción de Urrutia Vestida para mi
ResponderEliminarCreo que de eso se trata, depropio, pero...¿estarias dispuesto a desnudarla el resto de las noches de su vida? Eso ya no es tan erótico.
ResponderEliminarEl erotismo es solo una capa. Pocas veces tiene uno la suerte de encontrar lo que hay debajo de la superficie.
ResponderEliminarComo un cocinero que prepara un plato cuidando cada detalle, así ella: buscando simetrías, soñando los colores, mostrando el ángulo perfecto... Y luego un instante...
ResponderEliminarAbrazos de intensa brevedad
Que micro tan bien escrito y tan bonito.
ResponderEliminarBesos, Luisa.