25 de enero de 2012

El jugador



      Los dados pesan en mi mano y en ellos pongo una vez más todas mis esperanzas. Cuando caen sobre la mesa, parecen burlarse de nuevo de mí, jugando.
      Han sido demasiados meses llenos de batallas perdidas y hoy sólo son los usureros los que quieren acompañarme. Sin embargo el juego acabará cuando yo lo decida, tengo una carta más: el arma cuyo peso empiezo a sentir ahora. Sonrío, es un as y nadie puede ganarle.

(microrrelato escrito para la propuesta hecha en Triple C: Minificciones a partir de una imagen, mes de diciembre)

12 comentarios:

  1. El as siempre gana. No hay que confiar mucho en la suerte, nuestro esfuerzo podrá a veces ganar la partida. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Luisa, toda adicción es perjudicial, y me imagino que la del juego muy peligrosa. Más cuando se recurre a prestamistas y a trampas para seguir jugando.
    Como dice Mar, un as siempre gana, aunque cuidado con la escalera de color, que a eso nadie lo supera.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. eso es estar enganchado al juego!...pena que los ases se disparan solos...

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Ese as me da mucho que pensar, y lo que pienso me llena de tristeza. Me gusta tu micro.

    Un beso

    ResponderEliminar
  5. Como bien dicen por ahí, no hay que confiar en la suerte, sino jugar bien tu baza.
    Abrazos!!

    ResponderEliminar
  6. El juego como diversión es una gozada, pero cuando se convierte en adicción... El juego es tu carcelero.
    Gran micro, Luisa.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  7. Gracias, chicos y chicas, sois muy amables. En mi opinión, el micro es bastante... simplón, como sin dobleces; esto no es malo pero... como que le falta algo.
    Vamos, que me quedo con vuestros comentarios, mucho mejor que los míos propios.

    ResponderEliminar
  8. El peso de la suerte que ya siente dominando su brazo,,, y los dados que lanzan su alma sobre el paño,

    La suerte es la peor máscara del fracaso,

    Excelente micro, un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Trazos finos para dibujar la ludopatía, Luisa.

    Como suelo decir -repitiéndome hasta la saciedad- me admira ver cómo le sacais punta a las imágenes impuestas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. El relato va ganando fuerza hasta el final, que nos deja una estremecedora imagen sin necesidad de describirla.
    Un beso

    ResponderEliminar
  11. Me acuerdo de este micro que tanto admiré en su momento. Me acuerdo que te dije 'me hubiera gustado escribirlo'.
    Y así sigue siendo.

    Un beso enorme, Luisa

    ResponderEliminar
  12. Está metido en una dura partida.

    Besitos

    ResponderEliminar