31 de enero de 2018

El ejército de salvación

Thomas Hoepker

Cuando pienso que fui yo quien eligió esta vida me siento como un payaso. Hace apenas unos meses que logré el ascenso pero estoy solo y atrapado, viviendo bajo el peso de la rutina, sorbiendo cafés fríos con sacarina, sin ganas y sin palabras.
 Ellos tenían razón, ahora lo sé, por el modo en que he empezado a echar de menos las charlas al raso en las noches de verano, el frío dentro de las caravanas durante las heladas, las bromas a voz en grito, el zurcido incansable de mallas y lentejuelas, el maquillaje, los ensayos.
Ahora que estoy aquí, en este mundo gris en el que nadie conoce a nadie, me siendo más que nunca lo que no quise reconocer que era; por eso he vuelto a ponerme el colorido traje varias tallas más grande y les he llamado, seguro de que en cuanto les vea entrar por la puerta de la cafetería, a mis trapecistas y saltimbanquis, a mis contorsionistas y magos, volverá a aparecer la sonrisa en mi rostro, lo único que me falta.

(microrrelato escrito para Esta noche te cuento y para esa foto)

29 de enero de 2018

Animal de costumbre

Oigo la llave en la puerta de la casa y sé, sólo por el sonido de sus pasos y porque es viernes, que viene achispado y contento. Yo le espero al final del pasillo, le sonrío y digo alto y fuerte: “¿te apetecen unos huevos fritos con patatas?, tardo un momento”. Después, me cuenta cómo ha ido la partida con los amigos y me repite con lágrimas en los ojos los chistes con los que animan las cañas, los mismos de siempre. Yo me río con él mientras vigilo que no le falte de nada; obligo a que la risa me estalle en los ojos y retraso como buenamente puedo las lágrimas. Es viernes y sé que, como los chistes y las cañas, como las risas y los huevos fritos, volverá a pegarme hasta que le venza el sueño para repetirme, mañana por la mañana, con el aliento lleno de alcohol, que será la última vez, que no sabe qué le ha pasado y que me quiere.

26 de enero de 2018

Libro: La meteorología en los refranes


Hace unos años en el trabajo (la Agencia Nacional de Meteorología) me dijeron que escribiera un libro con refranes, afortunadamente no me pusieron ninguna cortapisa ni en la forma, ni en el estilo, ni en las fechas.
Después, con el paso del tiempo y ya con una idea en la cabeza, las palabras fueron poco a poco ocupando su sitio hasta convertirse en un par de cientos de páginas, cosa que en un principio parecía absolutamente imposible.
Hoy puedo decir que el trabajo está hecho y el libro La meteorología en los refranes se va a convertir en un regalo institucional de la Agencia porque en él, cosa rara, no hay ni datos, ni predicciones, ni fórmulas, ni física, solo unos cuantos refranes clasificados, ordenados y presentados bajo el muy particular punto de vista de la meteorología.
           


            Es lo que es y ha sido como ha sido, de modo que si alguien te dice que se lee fácil, que es ameno, solo puede ser considerado un señor piropo.

En el caso de que alguien quiera comprar el libro, lo más fácil es pedirlo a través de este enlace: Atención al público.

24 de enero de 2018

¡Sálvame!

El protagonista de aquella novela creyó equivocadamente que el éxito era suyo y decidió dar el salto a la fama siguiendo el camino más corto. Sin lugar a dudas logró su propósito, tú mismo puedes verlo, está encerrado en otro mundo bidimensional, el de la televisión, en un interminable y ensordecedor programa de sobremesa que patrocina una marca de dentífrico.

22 de enero de 2018

También para mí

Protegí mis sueños por todos los modos a mi alcance. Los hice inalcanzables.  

19 de enero de 2018

La gran evasión

            -Que se arrime un poco más al borde de la cama y que salte de una vez.
            Al osito de peluche le temblaban las piernas.
            -Vamos, se puede saber a qué esperas –dijo una de las muñecas desde el suelo.
            -No puedo.
            Oyeron entonces que la puerta se abría. La pequeña era preciosa, en eso estaban todos de acuerdo, pero había empezado a andar hace unos días y ya había causado algunas muertes en sus filas.

(microrrelato incluido en “Menguantes”, libro que puedes descargarte en este enlace)

17 de enero de 2018

Herencia


Todo en aquella casa me hablaba de su ausencia y de los momentos que ya no viviríamos nunca. Paseaba entre aquellas paredes como alma en pena y no acababa de reunir el valor para entrar en el despacho y acercarme a su ordenador, a sus borradores y a esos cuentos infantiles con los que se había ganado la vida y que habían impregnado, como no podía ser de otro modo, todos nuestros días juntos.
Pasado un tiempo, procedente de aquel lugar en el que aún no me había atrevido a entrar, creí oír algunos sonidos, asomé con miedo la cabeza y descubrí, incrédulo, una especie de hada minúscula, transparente y luminosa que, acariciando los objetos que yo aún no había osado tocar, lloraba desconsoladamente.
Fue así como nos conocimos, hace unos meses ya y… ¡maldita la hora! ¿Alguien sabe cómo hacer callar a una musa y que deje de susurrarme en el oído?




(microrrelato escrito para Esta noche te cuento: seres mágicos)

15 de enero de 2018

En la playa

El horizonte se quebró y desde ese instante, desde la arena, entre impotentes y atónitos, vemos como el planeta azul ha empezado a perder el agua.

12 de enero de 2018

Pesca de altura

A primera vista aquel lugar en mitad del océano era como cualquier otro, pero el recuerdo de algunas buenas capturas hechas en esas aguas hacía que volviese cada cierto tiempo. Tiraba mi red en un movimiento envolvente y amplío y, después, dejaba que el tiempo pasase; divagaba, soñaba, me perdía en las nubes, jugaba con la espuma, hasta que subía la malla a cubierta, intentando calibrar por el peso si el esfuerzo y el tiempo estaban bien empleados, sabiendo de antemano que lo que verdaderamente vale es la calidad de la pieza, sus significados. Después, tras escoger algunos ejemplares, devolvía el resto al agua.
Y es que no hay nada más triste que un montón de palabras boqueando como peces agonizantes, más aún cuando puede que las necesites en otra ocasión, en cuanto quieras escribir otro microrrelato.

(microrrelato incluido en “Menguantes”, libro que puedes descargarte en este enlace)

10 de enero de 2018

La novedad

Con nuestro mecánico de confianza esto no habría ocurrido, pero quisiste probar una nueva marca de lubricante y que el catalizador te lo pusiera otro; pediste que te mirase la presión de las ruedas y el líquido de frenos, que fuesen otras manos quienes te limpiasen los inyectores y revisasen a fondo luces, bujías y guardapolvos. Todo se hizo y todo lo pagaste gustoso. Ahora tienes el valor de decirme que te has enamorado cuando… lo único que ocurre es que estás empezando a perder aceite.

8 de enero de 2018

Más que un flechazo

Como hacía siempre le mandé la foto del australiano confiando en que, más tarde, siendo nuestra relación más sólida, mi personalidad fuese la verdadera protagonista.
Pasamos días, tardes y noches absolutamente inolvidables pendientes de las pantallas de nuestros ordenadores; intercambiamos recuerdos, detalles, miedos y alegrías mientras aplazaba decirle que el hombre de la foto no era yo.
Evidentemente, cuando quedamos junto al cine, no me reconoció; pero, tras asegurarme de que no había confusión, me acerqué a ella y empecé a susurrarle al oído todos esos secretos que sólo yo podía conocer.
¿Qué le pasó por la cabeza? No lo sé. Supongo que ella y el australiano tienen un buen gancho, cada uno a su manera.