29 de marzo de 2021

La prórroga

Esperando que más pronto que tarde dejes de llorar por él, me hago cargo de los niños y de la casa, intento estar a tu lado por si necesitas un abrazo, dejo que vuelques en mí el dolor, quizás el desahogo, tus palabras. Y mientras te recuperas y la tristeza empieza a ceder, crece en mi interior un rencor inmenso.
Voy a dejar que vuelvas a ser la que eras, la mujer con la construí una vida y una casa, la madre de mis hijos; y, cuando vuelvas a estar a mi lado, con toda la fuerza que tenga a mi alcance, te daré la patada, te expulsaré de mi vida de la forma más dolorosa que tenga a mano.
Aún no te has dado cuenta, aún sigues llorando, pero han pasado cosas que acarrearán consecuencias muy malas: has perdido mi amor, te ha dejado ese amante que creíste encontrar lejos de esta casa y tienes un enemigo en tu cama que solo espera el momento más adecuado para ejercer su venganza. 

28 de marzo de 2021

¡Cuñaoooo!

Fotografía cogida del periódico El Confidencial

 

27 de marzo de 2021

25 de marzo de 2021

La vida secreta de las palabras


Aprendí muy pronto que las palabras no dicen lo que parecen a simple vista. Por ejemplo, mi padre decía “es hora de decir buenas noches e irse a dormir” y después era él quien venía a entretenerse conmigo sin importarle que yo tuviera sueño o no; o mi madre, ella me echaba de la habitación en la que estábamos los tres con un “vete, esto es una conversación de mayores” y acababan en la cama o gritándose pero nunca hablando. También es cierto que a veces las personas hacen preguntas imposibles de responder y es preciso aprender a improvisar, eso es lo que viene a ocurrir cuando alguien dice eso de “¿a quién quieres más, a papá o a mamá?”, cuestión que solo debería de abordarse si es que en realidad quieres a alguno.
Lo cierto es que, en cuanto pude, salí de la casa de mis padres, dije aquello de “voy a comprar tabaco” y empecé a buscarme la vida. Después, con el tiempo, supongo que he aprendido a utilizar las palabras más o menos como hace el resto del mundo, pensando una cosa, diciendo otra y esperando sin embargo que me entiendan, contesten y hasta comprendan un poco.
No obstante y en mi defensa, he decir que para las cosas importantes, para lo que realmente cuenta, sigo prefiriendo llamar las cosas por su nombre, usar las palabras adecuadas, sin dobleces ni secretos; lo que me lleva a hacerte de nuevo la pregunta que ya conoces de sobra: sé que te hago daño con cada nueva herida, lo sé porque sangras, lloras y gritas pero ¿podrías ser algo más concreta?, ¿podrías explicarme cuánto y cómo te duele, de qué forma? Solo pararé cuando me lo digas.

22 de marzo de 2021

La montaña rusa

La vida siempre sorprende. Estás en tu despacho, antes de una reunión con los accionistas, y ella sin avisar salta, te empuja y caes hasta acabar encontrándote en la calle, entre cartones, pensando en darte un paseo por un vertedero o un desguace. Tiempo después vuelves a sentirte atrapado, como antes de aquella fatídica reunión, y la vida sin previo aviso parece ponerse de nuevo en marcha; por detrás de unos plásticos asoma una mata de pelo rubio y unos ojos claros que inyectan alegría en tu corazón como nunca te ha ocurrido antes, la cabeza dorada se eleva hasta mirarte y llega hasta tus oídos algo que sabes que en este mundo es impensable, un hola, una sonrisa y un sincero “¿tú encuentras algo?”.

21 de marzo de 2021

El camuflaje falló, alguien había limpiado la carretera.

Fotografía cogida del periódico El Confidencial

 

20 de marzo de 2021

Lo que con demasiada frecuencia viene a ser vivir.


 

18 de marzo de 2021

Sonrisas y lágrimas


Elija la historia que puede estar escondida detrás de esas palabras:
—el resumen de la vida de una pareja en la que hubo un poco de todo,
—el relato de un amor que empezó bien pero acabó mal,
—ese otro en el que las lágrimas eran de alegría,
—la crónica que quisiera contar y llorar ese que ríe… con miedo.
Una vez seleccionada una opción, desarrolle el argumento.

15 de marzo de 2021

Colmado

Se escucha ese “pi” infinito y las enfermeras que hay en la sala cercana amagan una cara de circunstancias, un instante apenas. Un par de ellas termina su café y se dirige con rapidez hacia el cuerpo que acaba de perder la vida mientras, en los pasillos del atestado hospital, los enfermos que han oído el pitido y saben qué significa han comenzado a aullar, incapaces de contener su alegría porque la fila avance, olvidando por un momento que no saber gestionar las situaciones de estrés puede causar también bajas en sus filas.

14 de marzo de 2021

Tuvieron que esperar a estar en los vestuarios para poder besarse

Fotografía cogida del periódico El Confidencial