30 de mayo de 2016

El frenazo

            Cada día ocurría lo mismo, salía del trabajo un funcionario cobarde y servil y llegaba a casa el torturador constante y silencioso de su familia. La velocidad a la que se producía la transformación era cada día mayor, era aterradora.
            Sin embargo llegó una tarde, una cualquiera, en la que el hijo mayor puso freno de golpe a la sucesión de palizas, revirtió la transformación y lo dejó reducido a un ser acurrucado en el suelo del salón, el mismo que está ahora entre rejas. 

27 de mayo de 2016

El otro lado

            Siguiendo el ruido de los golpes acabé en el cuarto de baño.
            -¿Se puede saber donde estabas? Llegas tarde.
            Me supe entonces preso, el reflejo era yo.

25 de mayo de 2016

Haiku

Es metálica
la esponja que acabará
con todos los días.

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23 de mayo de 2016

Encuentro espacial

En nuestra historia los viajes en el tiempo fueron antes.
Con ellos le conocí siendo un bebe tranquilo; pero después fueron llegaron a mis retinas otras imágenes: aquella tarde de pantalones cortos, un balón y sonrisas, el cumpleaños con las velas recién apagadas y un deseo por cumplir, el posado junto al castillo de arena con su hermano pequeño, negros ambos, el primer traje para asistir a la boda de una prima, el estirón, el universitario de pelo largo, la comida que con que celebró su primer empleo…
Y todos estos viajes, saltando de un año a otro en un segundo, fueron dirigidos por el dedo índice de la mano derecha de la tía Emilia, una prima lejana de mi madre que me había visto obligada a visitar, que había insistido en mostrarme algunos álbumes de fotos familiares.
Después llegó el sonido inequívoco de la puerta de la casa, de unos pasos que se acercan, hasta que él apareció en el presente, momento en que yo inicié uno de los más importantes viajes en el espacio que he hecho en mi vida, un viaje corto, tripulado, consciente y deseado, tras el cual extendí mi mano y me presenté.

(microrrelato escrito para Esta noche te cuento, tema: “un viaje al espacio”)

20 de mayo de 2016

VI Microquedada: guardando historias (y IV)

Acaba la semana y termina mi crónica con el “Manuscrito enviado a Zaragoza”, obra perpetrada por 34 autores e idea de Patricia Richmond.
La puedes encontrar en el blog oficial de la quedada. ¡No te la pierdas!
Gracias a los organizadores, a los que fueron, a los que no podían ir y participaron de una u otra manera. La próxima quedada ya está más cerca!!!

19 de mayo de 2016

VI Microquedada: guardando historias (III)

Tras el paréntesis de ayer, porque ni los extraterrestres ni el fin del mundo esperan, sigo con mi particular crónica de la quedada.
Toca ahora el turno del tuneado que llevé, un cerdito-hucha negro con empacho de microrrelato y un corazón muy grande, rodeado de Lacasitos. Fue a parar a las manos de Izaskun Albéniz (tienes que pasarte por su blog, que es de lo más completo); aunque cabe la posibilidad de que las chocolatinas fuesen engullidas por su hijo, lo que haría que mi humilde regalo lo fuese para dos personas.
El microrrelato en el interior del cerdito es éste:

 


 Alrededor del corazón
De los microrrelatos, como de los cerdos, todo debe de ser aprovechable. Del mismo modo que todo, o casi todo, sirve para alimentarlos.
Un costillar de verbos y sustantivos, solo los indispensables, rodeado de un escaso número de adjetivos y complementos, para que el texto tenga la cantidad justa de grasa. Después, solo si se dan las condiciones adecuadas, sea por pura chiripa o porque ya se tienen las suficientes tablas, puede acabar por descubrirse que se ha gestado un jamón, un lomo o una paletilla, con el que se acaba ganando un concurso literario.
Pero antes incluso de haberlo escrito, de poder leerlo de corrido, es preciso poner el foco en el autor, en el único responsable del texto, desde la cabeza o título y hasta el rabo; la persona que ha tenido que escribirlo con sus propias manitas, quizás hincando el codillo (solo uno y durante un rato), puede que echándole morro y poniendo las orejas para acabar cazando algunas palabras que le inspiren o dándole a la lengua con unos y con otros y sin reparo; esa persona que no ha esperar nunca ni dinero ni chuletas ni nada, que se puso a escribir solo por el placer de poner una palabra detrás de la otra y asistir al indescriptible espectáculo de ver cómo, una vez hecho el trabajo, empieza a latir, todo corazón, el microrrelato.

18 de mayo de 2016

Diario de la noche, 21.16


La primera fotografía de las naves extraterrestres en la superficie terrestre se hizo viral en el día de ayer, aun cuando todos en las redes sabían que era falsa, pues a nadie se le escapa que ese momento llegará, si siguen moviéndose hacia la Tierra a la velocidad constante con la que se han desplazado hasta ahora, no antes de tres días.
Y desde la publicación del fotomontaje, aparte de una encarnizada discusión sobre el modo en que se deberá de actuar o sobre quien deberá protagonizar el primer encuentro oficial con un alienígena en la historia de la humanidad, han empezado a proliferar todos tipo de vídeos irreales y absurdos, jocosos e irreverentes, de los cuales, a continuación, emitimos una breve muestra, en espera de que nuestros espectadores los disfruten como lo hemos hecho nosotros.
Así pues, siéntanse, ríanse y si desean ver algún vídeo más, les aseguramos que encontrarán muchos más en la Red y que merecen, tanto como los que vamos a emitir a continuación, la pena.

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17 de mayo de 2016

VI Microquedada: guardando historias (II)

Antes de hablar del tuneado que llevé y de quién se lo llevó, he de hablar del que recibí porque puede que necesite ayuda.
Pablo Vázquez dijo, mientras me lo entregaba y sonreía, algo así como: “Luisa tiene que cumplir una misión y, bueno, ella sabrá qué hacer”. Hasta ahí bien entonces… ¿cuál es el problema?
Vayamos por partes; primero una foto, después el texto y por último las preguntas.


Misión en curso
¡Atención! En los frascos se encuentran todos los detalles de su trabajo.
En primer lugar, siga las huellas del sospechoso y bórrelas.
Por los datos parece que le gusta practicar submarinismo. Quizás sólo sea un buceador aficionado. Pero no se fíe de los pulpos, mejor hágalos desaparecer.
El detalle de los osos no aclara si le gusta la caza, recorrer los bosques o simplemente que está viciado a las gominolas. No se reprima, elimínelos a todos.
No hemos comprobado si las moras son venenosas o benéficas para la salud. Hasta el momento los compañeros del laboratorio que las han probado, no se han muerto. Tome primero las rojas y si no son nocivas, continúe con las negras.
Las frambuesas y frutas variadas le dan más colorido al conjunto ¿verdad?
Bueno, lo más importante es que destruya todas las pistas. No deje ni rastro.
El estuche está homologado para pasar los detectores del aeropuerto sin que salten los detectores de sustancias peligrosas.
Con sinceridad, de una máquina a otra, solo puedo prever que cuando llegue a la terminal este mensaje y lo que contiene dentro, ya se habrá destruido.

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Una vez leída la misión, me sentí muy capaz de cumplirla; hasta que ya en casa, vi esto:


Pregunta: ¿cómo se pueden sacar las chuches de la botella sin destruirla?
            Algo me dice que me acordaré mucho de Pablo y que, con un poco de suerte, el recuerdo será dulce, dulce.

16 de mayo de 2016

VI Microquedada: guardando historias (I)

Muchas cosas quedarán en mi memoria de esta quedada, pero no está de más guardar aquí algunas, sobre todo si la suerte viene de cara.
Iré despacito, para saborearlas, y empiezo ya con la primera.
-la mano inocente del hijo de Gloria Arcos cogió mi postal (de entre todas las enviadas al trovador en un juego previo a la quedada en sí) e hizo que la torre de la Aljafería que veis, con su trovador y su enamorada y las quince historias encerradas en ella acabasen en mis manos (podéis disfrutar de todas y de algunas cosas más en el blog oficial, no estaría de más hacerle una visita);
-la suerte de que fuese Fernando Vicente quien leyese para todos la historia que escribí en esa postal, historia que reproduzco a continuación;
-y la suerte, suerte inmensa, de recibir de regalo el libro de Ernesto Ortega y Nacho Gallego, “Microenciclopedia ilustrada del amor y el desamor” (libro que se puede adquirir en Talentura Libros).
Y para que quede constancia y las palabras no se pierdan, estos son los versos que en la postal había:

            Título: Doña Menda
           
            Yendo para el templo por el lado del barrio judío,
acompañando con la cabeza gacha a mi tío más pío,
quiso el Altísimo que me diese un aire, un nosequé, un algo
y obediente levanté la cabeza y, cosa rara, no era un fidalgo;
mi vista se posó sobre unos ojos almendrados y vi
que su dueño no era de aquí,
que más bien podía llamarse Ali
como a mí me nombran Doña Menda.

Desde entonces presa estoy del calor, del vahído, del desasosiego,
del insomnio, del poco hambre y de las ganas de un buen restriego.
Lo sé, soy cristiana, a mucha honra, pero ese musulmán,
turbante, ojos negros y tez morena, es el centro de mi afán;
él será el receptor de mis misivas, miradas y versos,
de todos mis suspiros y desvelos,
de a lo que saben las uvas con queso,
tan seguro… como me llamo Menda.

Así lo ha querido Dios, que conste, yo soy inocente, buena y pía
pero mañana, en su tienda, él será mío, diga lo que la gente diga.
Voy a hacer como que quiero comprar un regalo, una alhaja, cualquier cosa,
e intentaré que me toque la mano o se la cogeré, ¡me siento tan briosa!,
que no podrá evitar mirarme,
sonreírme, hablarme, tenerme,
yo que sé, lamerme, comerme
           mientras susurra en mi oído “mi Menda”.

13 de mayo de 2016

Corrector

El escritor no acababa de comprender cómo, teniendo tanto por decir, sólo había conseguido parir un microrrelato de apenas una veintena de palabras con dos faltas de ortografía.

11 de mayo de 2016

Cambio de cabecilla



Salió del tugurio en el que había pasado la noche. El sol de lo que iba a ser una mañana de verano le dio en los ojos. Levantó la mano, como si quisiera que el día no le tocase, y evitó mirar el cielo donde las naves se hacían siempre más grandes. 
En su cuerpo aún llevaba impresa la huella de una noche intensa de alcohol y de drogas, de chicas complacientes y de maricones charlatanes, como El Largo que estaba pidiendo a gritos que alguien le diese un pinchazo en las tripas y le callase.
Comprendía los malos augurios y hasta los miedos de que hacía gala El Largo, pero él no podía permitirse el lujo de mostrarse débil aun cuando, como él, estuviese seguro de que a la Tierra estaban llegando los verdaderos putos amos.

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9 de mayo de 2016

Incurable

Tras estar un par de días sintiendo en la espalda un cosquilleo y volver a oír voces, decidió ir al médico que la había operado. Él le confirmó la recaída, casi excusándose: “Siempre supimos que extirparle las alas no nos aseguraba resolver completamente el problema, que había un tanto por ciento muy alto de que la imaginación volviese a manifestársele”.

6 de mayo de 2016

Futuros

           Un amigo, quizá compadeciéndome, me había dado la dirección. Incrédulo había ido hasta allí, donde ahora escuchaba con la boca abierta: “Verlo negro es la categoría inferior, pero hay otras posibilidades; sin ir más lejos, lo tenemos en blanco, que combina con todo y solo cuesta una sonrisa”.

(publicado en el blog Autores malditos, junto al resto de participantes en el Concurso YK Accesorios, concurso que ganó Teresa Docio)

4 de mayo de 2016

Al fondo


El hecho de que estas oscuras naves estén vaciando nuestros océanos, mares y ríos, ha puesto ante nuestros ojos un paisaje novedoso, a la vez que triste. Sólo algunos privilegiados buzos habían logrado escrutar las profundidades que ahora están a la vista de todos.
Antes de perder la razón, por el convencimiento del fin inexorable, trato de rescatar la belleza de estos lugares hasta ahora desconocidos. (Mientras, confirmo alarmado que se han llevado también los peces y no han dejado rastro de la anterior vida submarina). Recorro los amplios arenales, los conjuntos de rocas y cuevas que conformaban el lecho marino, y me invade una sensación de paz que, por un instante, borra la certeza de la muerte cercana.
Además, como bofetada de la realidad, para espabilarme de mi ensoñación, constato apesadumbrado que en estos lugares hay tanta cantidad o tal vez más de basura que la que teníamos en la superficie de la tierra.

Autor: Hugo Jesús Mion

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2 de mayo de 2016

Grandes cuentos mínimos

En un tiempo dominado por los teclados y las pantallas planas, él continuaba escribiendo sus novelas a mano, adicto al sonido de la pluma resbalando sobre el papel.
Mucho después, en un accidente de tráfico, perdió la movilidad de la mano derecha. Algunos pensaron que nunca volvería a escribir pero… ¡qué poco le conocían! Aprendió a escribir con la izquierda, sustituyó sus novelas por microrrelatos y volvió a oír el roce del bolígrafo sobre el papel, la banda sonora en su vida.