Una vez más, ella con su madre, yo en
casa y en Toledo la suite nupcial. Con odio miré desde la pantalla a aquellos
que llenaban el cine, los que decían que aquello que no tenía maldita gracia
era una comedia romántica.
30 de marzo de 2020
29 de marzo de 2020
28 de marzo de 2020
26 de marzo de 2020
El padrino
Siempre quise creer que nadie tenía un padrino como el
mío, mi madre me contaba sus viajes y aventuras, y yo después las repetía a mis
compañeros de clase. Poco importaba entonces que no le conociese o que solo
fuesen palabras.
Un día ella dijo que él vendría a vivir con nosotros,
“mientras se organiza, durante una temporada”; y al día siguiente encontré en
el sofá a aquel hombre obeso y calvo, al que solo le vi aventurarse cuando su
caliente y sudorosa mano se posaba sobre mi piel y la masajeaba.
Fueron meses inolvidables.
Nunca volví a contar nada a mis amigos y no le deseo a
nadie que tenga un padrino como el mío.
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23 de marzo de 2020
Distopía 210120
No
era caro, esa es la verdad, pero era preciso tener tiempo para especificar
punto por punto todo lo que se deseaba.
Había
que responder a los cuestionarios que superaban el centenar de preguntas,
hablar y pasar el examen de los psicólogos, torear a los insaciables
comerciales que durante todo el proceso permanecían a tu lado, ver millares de
fotos para atar bien todos los cabos. Tanto era así que no pocos clientes se
perdían en el proceso y no podían, transcurridos algunos días, concretar qué
habían pedido, qué pagaban o en qué acabaría todo aquello.
Una
vez que se tenía la lista completa de especificaciones, la oficina estética
solo tenía que programarlo y tenerlo listo para la última cita, en la que el
cliente convenientemente sedado y anestesiado era internado en la cápsula que
hacía la operación, operación de la que salía por su propio pie, con otro
cuerpo y otro rostro, listo para integrarse en esa sociedad en que la belleza
se había democratizado, con un cuerpo muy parecido al de millones,
indistinguible incluso, pero bello y grácil.
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22 de marzo de 2020
21 de marzo de 2020
19 de marzo de 2020
Misery
Elegimos que la educación de nuestros hijos era lo más importante, queríamos que ellos tuvieran las oportunidades que a nosotros se nos habían vetado; por eso, cuando ahora les oigo hablar entre ellos en inglés mientras remueven la sopa de siempre, siento mucho más que hambre, hambre y unas ganas tremendas de entender por qué sus idiomas y sus másteres no son suficiente como para que vivan su vida.
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16 de marzo de 2020
Quevedo arroja el guante
Cojo y miope como soy, me repito todos los días que
mejor vida es morir que vivir muerto; y, precisamente por la vida que bulle en
mí caldeada con mis recién estrenadas veinte primaveras, sonrío cuando tras la
Corte de Felipe llega a Valladolid el insigne cordobés, ese tal Góngora, que,
queriendo hacer una gracia sobre el Esgueva, parece tenderme el anzuelo que
busco y muerdo presto con una réplica.
Y es que siendo cojo y miope como soy pero no corto de
entendederas, he de medrar y buscarme la vida como cualquiera, mejor aún si es
apoyándome en alguien que tiene ya la fama que deseo y precisa, como precisaré
yo, eso espero, mantenerla.
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15 de marzo de 2020
14 de marzo de 2020
12 de marzo de 2020
Promesas del este
Hace meses que no vemos el sol.
Haciéndose eco del clamor popular,
el gobierno inició negociaciones con los países vecinos, tras las que se llegó
al oportuno acuerdo.
Nosotros hemos cumplido con nuestra parte pero los del
este parecen haberse olvidado, aquí sigue siendo de noche cuando se suponía que
nos devolverían el sol y podríamos disfrutar de vez en cuando de algunos
amaneceres.
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9 de marzo de 2020
Tiempo de descanso
Cada
cierto tiempo mamá se cogía vacaciones. Un día te despertabas y descubrías que
no estaba, que era papá quien preparaba el desayuno y te daba los buenos días.
Y lo único que podíamos hacer era esperar, tener paciencia, dejar “que tomase
el aire”, eso y no atravesar la raya que ella había hecho en la arena, aun
cuando pudiésemos verla perfectamente, solo un poco más allá, en el extremo más
lejano de nuestra pequeña isla desierta.
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8 de marzo de 2020
7 de marzo de 2020
5 de marzo de 2020
Testigo silencioso
Había visto
mucho y eso le había dado, sin lugar a dudas, experiencia, cirugías estéticas,
historias que contar y certezas, muchas certezas, porque había cosas que
parecía que no pudieran cambiar nunca.
Por poner un
ejemplo, no le preocupaba en absoluto el charco de sangre que estaba dejando
aquel hombre tumbado en la acera, que no cesaba de crecer y quizás le dejase
durante algún tiempo una mancha de lo más fea; lo que realmente le molestaba, a
ella y a todos los edificios que la formaban, era no haber encontrado aún, y
eso que habían pasado años, la forma de contar a los humanos qué era lo que
había ocurrido y en dónde se ocultaba el autor de aquel asesinato.
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2 de marzo de 2020
Cenizo
Tras
un tremendo esfuerzo y no menos constancia, pudo ver con satisfacción que una
hoja brillaba en uno de los árboles, verde y perfecta, tierna y viva, puro
contraste con los troncos negros y las ramas secas que había dejado detrás de
sí la huella del último fuego.
Sin
embargo no sintió orgullo por el trabajo bien hecho, fue miedo, al ver cómo sus
manos ya estaban buscando la caja de cerillas.
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1 de marzo de 2020
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