30 de marzo de 2012

Cuco/Cuca


            Mono/a. Taimado/a y astuto/a. Larva de una mariposa, ave, juego de naipes, tahúr, y por último, modo coloquial de decir cucaracha.
            De modo que alguien puede preguntarse: ¿por qué está palabra está aquí? Por la última definición, la que no está en el diccionario, y porque hace unas semanas os presenté el verbo cucar. De este modo creo que tendremos una buena visión de conjunto.
            Ejemplo: “El muy cuco me cucó un ojo, acababa de ver una cuca de lo más cuca y no quería que yo delatase su posición; prefería cucar a su hermana”.

29 de marzo de 2012


28 de marzo de 2012

Eliminado


Se dirigió a uno de los terminales que había en la calle, tecleó su clave y… la pantalla permaneció muda.
Pensó que se había equivocado, que sus dedos no habían dibujado la sucesión exacta de números y letras que le habían asignado desde la cuna, el santo y seña que le daba acceso a la Red, a sus contactos, a su memoria, a sus recuerdos, a sus proyectos, a su vida.
Repitió el gesto y no ocurrió nada.
El miedo y la certeza llegaron más tarde. Todos sabían que a veces se producían fallos en la Red, que algunos registros se borraban por error y éstos arrastraban a otros en la caída.
Lo supo entonces. No tenía nada, no era nadie y muy posiblemente no había existido nunca.

27 de marzo de 2012

Rendición


Camuflados y armados hasta los dientes los enemigos se vigilan. La adrenalina y la tensión perlan de sudor sus frentes y casi cualquier cosa, el movimiento de una hoja o un susurro, puede hacer que la guerra a muerte se inicie.
De repente alguien irrumpe en el campo de batalla, es uno de esos gigantes peludos con los que han de convivir, uno de los de voz chillona. “¡Chicos, a cenar!”, y son esas palabras las que hacen que se aplace la pelea hasta mañana por la tarde, así como si fuese cualquier cosa.

26 de marzo de 2012

Incoherencias

            
          Cuando el viejo pastor se jubiló, traspasó al hijo el cuidado del rebaño. Sin embargo, el joven aprendiz de cosmopolita abandonó los pastos por la ciudad. Allí acudió a la Universidad y fue un estudiante comprometido con la protección del medio natural, ecologista y ferviente defensor de los derechos de los animales. Mientras tanto, sus ovejas desfallecían de hambre, y su anciano padre moría de pena pensando que su hijo rechazaba su legado porque odiaba el campo. 

Microrrelato escrito por Sara Lew
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, no dudes en enviármelo. Si, por el contrario, prefieres ilustrar, ponte en contacto conmigo, esta sección la estamos construyendo entre todos y estás invitado. ¡Muchas gracias!)

25 de marzo de 2012

Sin perdón


Todos los recuerdos buenos que construimos durante años votaron y decidieron expulsar el dolor que me causaste en el último instante.  Sin embargo, no has de equivocarte, eso sólo quiere decir que, para protegernos, no volveremos a aceptarte nunca a nuestro lado.

23 de marzo de 2012

Un allanamiento


         Usando unas ganzúas, G. había logrado abrir la puerta de la carpintería de Geppetto y ahora, intentando no dejar huellas y no tropezar con todas aquellas cosas que para Eva sólo eran testeles, tenían que encontrar…
            -Algo que nos ayude a comprender por qué han matado a Pinocho y a su padre –dijo el detective mientras las narices empezaban a escullarle- y hemos de encontrarlo pronto, antes de que este polvo me haga estornudar.
            -O llegue la policía –añadió Eva.
-Yo daré una vuelta por el local y tú revisa aquella cajonera del rincón.
            Minutos después ella murmuró:
            -Qué raro.
            -¿El qué?
          -La madrastra de Blancanieves dejó aquí hace meses a su espejo, parece que para que le pusieran un marco de madera.
            -¿La madrastra que vino a la oficina? ¿La del cuento?
            -Sí, eso parece.
            -Pero… ¿no me dijiste que el espejo era muy importante para ella?
            -Si, mucho, por eso es extraño. Si esto es verdad, él no ha de estar muy lejos.
            -Quizás detrás de esta puerta, en el almacén –dijo G. cucándola un ojo. 
*** 

Esta entrada es una continuación de todas éstas:

Capítulo 1: “Hay un detective nuevo en la ciudad” 

Capítulo 2: “Llámame Eva

Capítulo 3: “Pensando en verde

Capítulo 4: “Un caso de cuento

Capítulo 5: “Ha habido un crimen

Capítulo 6: “Dos es el doble de malo

22 de marzo de 2012

La distancia


Ni siquiera podía escribir. Su nombre estaba ante él, acababa de descubrirlo, y al verlo sintió el calor de todos los recuerdos de aquel verano, de ese amor de quince años y para siempre que había tenido la fortuna de vivir. Después la sucesión de días los había separado y ahora, que la volvía a encontrar, se daba cuenta de cuán lejos estaban el uno del otro.
Junto a él, su secretario, el espía que le había puesto el partido, fue consciente del momento de duda y preguntó:
-¿Algún conocido suyo entre las sentencias de muerte, mi general?

(microrrelato finalista en la XXXV edición del concurso de microrrelatos en Bubok)

20 de marzo de 2012

Sangre y vida


Siempre supe que no quería ser humano, aun cuando nací siéndolo. Y asumí, tras todas mis investigaciones y lecturas, que sólo lograría ser vampiro si tenía suerte y decisión y… tuve ambas cosas.
Fue hace mucho tiempo, o quizás no tanto comparándolo con la vida inmortal que me espera. Entonces estaba perdido y era huérfano, buscaba sin cesar, quería ser encontrado, captado, mordido, transformado; y, noche tras noche, sin descanso, salía. Rondaba los bares de ambiente gótico despreciando aquellos disfraces infantiles. Deambulaba por polígonos industriales en ruinas. Escudriñaba los límites de mi campo de visión, olisqueaba el aire, buscaba la oscuridad y el silencio, me adentraba en el peligro sin dudas y, en un golpe de suerte, la descubrí a ella, mirándome, midiéndome, retándome a que la siguiera. Entró en uno de aquellos edificios abandonados y fui tras ella, confiado y feliz. En la última curva del último pasillo se volvió, sonrió y me mostró sus afilados colmillos y yo, como respuesta, le mostré mi garganta latiendo y conteniendo un río de sangre roja y aún viva. Cruzó el aire, creí verla desaparecer hasta que la sentí helada junto a mi piel y, antes de que me diera cuenta, ya me mordía. Nunca sentí nada igual, nunca volveré a sentirlo: tanto placer en cada bocado, en cada latido. La sangre huía de mis venas hacía sus dientes, me vaciaba en ella, estaba a punto de morir pero, antes de hacerlo, la devolví el mordisco con toda la fuerza y rapidez que aún tenía, chupé, succioné y su sangre se fue apoderando de mi cuerpo, llenándome, quemándome, envenenándome con su ponzoña. Los gemidos de placer y dolor se hicieron uno en mi garganta. Perdí la consciencia, morí desangrado y tuve que esperar a que sus fluidos me rescatasen para esta vida.
Horas después despertaba herido por los rayos de sol de un nuevo día. Ella me había dejado olvidado en un lugar en el que el amanecer quemase mi piel y yo, mi nuevo yo, sonreí y aprecié la broma. Juegos de vampiros; no te lo voy a explicar porque no lo entenderías.

(microrrelato publicado en el nº 117 de la Revista Digital miNatura, escrito como respuesta a su convocatoria: “Licantropía y otras transformaciones”) 

19 de marzo de 2012

Epidemia



         


          Aunque eran incapaces de comprender su rocambolesco alegato, el Tribunal Militar escuchaba impertérrito la declaración insólita del soldado. Desde hacía pocos días su fusil había contraído una alergia extraña y ahora solo disparaba rosas. Es más, hasta le estaban creciendo ramas.
           Tras la exposición el Juez fue testigo de un hecho surrealista: de las cabezas de los miembros del Tribunal comenzaron a brotar geranios y amapolas. Incluso su mazo era ahora un alhelí.
          Terminada la deliberación el Juez dictaminó en su escrito que aquel virus fuera inoculado a todo el Ejército. Desde entonces el país vive una continua primavera.

Microrrelato escrito por Miguel Ángel Molina
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi

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Etiquetas: Ecologistas (Envíame uno)

18 de marzo de 2012

No podía ser de otro modo


Cuando lo leí en el blog de Rubén, Mis Pelusas, supe que precisamente yo no podía permitirme dejar pasar la iniciativa y no hacer nada, no cuando con una pequeña contribución de muchos todos los lunes aquí son un poco más verdes.

16 de marzo de 2012

Testel


Trasto, cosa vieja o inútil, que estorba. También se puede decir de las personas, aunque con más frecuencia de los niños.
Lo cierto es que me ha costado encontrar en Google cualquier otra información que la que conocía y ya habéis podido leer; y sin embargo… en tierras castellanas esta palabra está perfectamente viva. 
Ejemplo: “Recoge todos esos testeles y ven a poner la mesa, vamos a cenar”.

13 de marzo de 2012

Bocados




         Me alegra presentar en sociedad: “Bocados”, el fruto del trabajo de tres personas, un libro de microrrelatos escritos por:
-David-Moisés Antón García
-Alberto Proset Ruiz
-y la que suscribe esta entrada.

       Cocinado durante un año, letra a letra, palabra a palabra, el plato ya lo podéis empezar a degustar desde ahora. Esperamos que sea de vuestro agrado.

12 de marzo de 2012

Rebelión de invernadero



Los pétalos se agitan de inmediato al notar el áspero tacto del guante en el esqueje.
Es la señal.
La orquídea alza el vuelo, dejando al jardinero con un palmo de podadoras y un tallo desflorado, sabe que su sacrificio no es en vano. Desde el aire que la mece, más consciente que nunca de que su belleza no se marchitará en un jarrón, contempla una perspectiva general de la lucha: algunos miembros de la Resistencia disparan polen a discreción mientras que los rebeldes sumados a la causa atacan con espinas por todos los flancos.
La revolución ya ha empezado y su bandera es verde.






Microrrelato escrito por Montse Aguilera
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi

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11 de marzo de 2012

Un cuento

El mismo día que el padre de él decidió que ya era un hombre como para ayudar en las labores del campo, ese día, ella le esperaba en una curva del camino para ver juntos caer la tarde.
Durante meses mezclaron el atardecer con el olor del sudor y del pan recién hecho, fueron felices y colorín colorado.
Su historia podía terminar aquí, los cuentos lo hacen con frecuencia; pero la vida sigue, cabezonamente continúa.
Tiempo después compraron una bonita casa en la ciudad, dejando fuera de aquellas cuatro paredes: sudor, pan y atardeceres. ¿Los ves? Apenas son reconocibles detrás de sus tristes y pálidos rostros, detrás de sus gafas de cerca.

9 de marzo de 2012

Dos es el doble de malo

                G. colgó el teléfono y, cogiendo la gabardina manchada de cascarrias y el sombrero que le venía un poco grande, salió corriendo del despacho.
            -¡Vamos, Eva!
            -¿Qué pasa?
         -Un chivatazo. Me han dicho que Geppetto acaba de caerse de la Torre de Madrid –y añadió-; Geppetto, el padre de Pinocho.
           Afortunadamente la oficina de G. estaba el mismo centro de la ciudad y llegaron en un momento, antes incluso de que la policía acordonase la zona. Se hicieron un hueco entre las personas que rodeaban al hombre y…
            -¡Oh, qué horror! –dijo Eva, llevándose la mano a la boca y abrazándose a G.
          -Se ha esmorroñado –susurró el detective mientras era consciente del cuerpo que tenía entre los brazos-, literalmente.
            -¿Crees que ha sido un suicidio?
            -No, Eva; no lo creo. Mírale las uñas, ¿no ves los restos que hay en ellas?
            Antes de que se diera cuenta, ella se agachó, lloriqueó un poco, con el pañuelo simuló acariciar las puntas de los inertes dedos y retiró algunas miajas de “aquello” sin que se diera cuenta nadie. Cuando se levantó, sólo dijo:
            -Ya es suficiente. Vámonos, G., no puedo soportarlo.
*** 

Esta entrada es una continuación de todas éstas:

Capítulo 1: “Hay un detective nuevo en la ciudad 

Capítulo 2: “Llámame Eva

Capítulo 3: “Pensando en verde

Capítulo 4: “Un caso de cuento

Capítulo 5: “Ha habido un crimen

7 de marzo de 2012

Vida de comic

        Después de las palizas, lo tiraron como un perro junto a aquella carretera inmunda bajo un sol de justicia; de modo que, cuando la noche llegó, aún inconsciente, no fue capaz de oír el sonido del cascabel anunciando la llegada de la serpiente. Apenas emitió un gemido tras el mordisco, eso fue todo.
          Debía haber muerto pero, cuando la luz del día empezó a hacerle bizquear los ojos, se descubrió extrañamente fuerte. No mucho después empezaba a andar hacia el horizonte, a acelerar el paso, a correr, a alcanzar velocidades absurdas. El veneno que debía de haberle matado, le había dado extraños poderes.
            Decidió algunas cosas esa mañana: que sería un villano, que “El Autoestopista” sería su nombre y que iría en primer lugar a visitar al desgraciado que, no hacía mucho, le había escrito una A en el pecho marcándole como a las reses.

5 de marzo de 2012

Renacer


          Todo estaba perdido, sólo negación y desánimo. Muchos abandonaron la fe, se rindieron.
         Algunos niños asustados ante tanta aridez empezaron a llorar, se fueron uniendo más; después algunos adultos: poetas, escritores, dibujantes, soñadores que todavía conservaban la capacidad de creer.
         Fueron muchas las lágrimas derramadas, el caudal de ese llanto empapó la tierra seca y sin vida que era su hogar. De pronto… algo les hizo tambalearse; primero fueron pequeñísimas vibraciones, después leves temblores y al fin ante la mirada atónita de los incrédulos y la luminosa expresión de los que había regado el cuerpo de la Tierra, allí estaba.    
       Una pequeña ramita verde, apenas una minúscula mota sobresaliendo de la humedad, desafiando a los incrédulos y agoreros, regalando esperanza para los soñadores, anunciando una nueva forma de empezar a convivir con el mundo de los seres vegetales.

Microrrelato escrito por Elysa
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi
(http://dididibujos.blogspot.com/)

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, no dudes en enviármelo. Si, por el contrario, prefieres ilustrar, ponte en contacto conmigo, esta sección la estamos construyendo entre todos y estás invitado. ¡Muchas gracias!)

4 de marzo de 2012

Todas las calles conducen a Pseudònims

            El microrrelato “Carreteras, sendas, caminos”, que en su día ya publiqué en el lamentablemente desaparecido Euro-pa-labra, ha sido publicado en el número 29 de Pseudònims, ya que se ajustaba como un guante al tema propuesto para el mes de febrero: “calles”.
            El micro puede que esté un poco visto pero… lo que realmente merece la pena es la publicación y escribir para las propuestas que nos hace mes a mes. ¿No os apetecería escribir algo, durante el mes de marzo, en relación con la palabra “jóvenes“?
            La invitación está hecha. 

2 de marzo de 2012

Miaja

                   Porción pequeña de algo, incluso de pan. Migaja.
            Bien, he aquí una palabra que sí que está en el diccionario, pero que pongo en la palestra simple y llanamente porque me gusta. No sé si será verdad, y tampoco lo voy a investigar ahora, pero me gusta creer que, en primer lugar, sólo existía la palabra “migaja” refiriéndose al pan y que después, perdiendo la “g”, la palabra creció en significado.
           Es decir, miaja vendría a ser un microrrelato de migaja y, en la transformación, habría ganado en profundidad y en amplitud, quedándose con la esencia.
      A mi me gusta decirla amagando esa “g” que se ha perdido, sin llegar a pronunciarla; pero es una simple cuestión de gustos, evidentemente.
            Ejemplo: “Con una miaja de sentido común basta para hacer grandes cosas”.


1 de marzo de 2012

Transformaciones monstruosas

Se enfada conmigo porque las noches de luna llena salgo de farra hecho unos zorros. Yo, por mi parte, la miro perplejo. ¿No me casé yo con una princesa?, ¿y dónde está?, ¿acaso me quejo?