31 de agosto de 2011

Del 13 al 0... Cuenta atrás

            El pos(trece)rrará la cena, to(doce)sará a nuestro alrededor y diré:
            -C(once)deme un deseo.
(Diez)mado mi corazón, sólo espero que ella re(nueve) el amor que me profesaba; ve(ocho)car mi ansia con la realidad, pero… ¡quiero mi amor a(siete)rno! No pen(seis) en mi dolor. El tic-ta(cinco)mbustible del reloj eva(cuatro)mbas de lágrimas, mis lágrimas.
            -El pos(tres)e acabó. To(dos)e acaba –dice.
            Y (uno)pulento hombre, viene a buscarla y me reduce a (cero).

30 de agosto de 2011

Del 1 al 13... Código descifrado

      Br(uno) (dos)ifica la ven(tres)ca y arrima al as(cuatro)zos de calaba(cinco)n aros de cebolla. ¡Cuidado no os abra(seis)! Ca(siete)reo salió el bizc(ocho) pero insi(nueve)nderlo a pesar de estar (diez)mado. Al día siguiente quedé c(once)lia y el tími(doce)sar para preparar otra comilona en(trece)rezos.

Microrrelato escrito por MJ (http://tampocotengoprisa.blogspot.com/), que pedí prestado en cuanto lo vi y que voy a intentar emular mañana.

29 de agosto de 2011

Avaricia



       Con la mar desaparecida y los ríos secos, aprendo a sobrevivir sin agua. La brusquedad del cambio trae una gran carga de angustia, sin embargo rápidamente elaboro una dieta a base de mica y arena y mi rutina de trabajo sufre pocas alteraciones.
      Cierto aire fresco y húmedo me conduce hasta un pozo, la tentación de beber el agua aún límpida que descubro casi nubla mi entendimiento.
Fracciono el líquido en monedas.






Microrrelato escrito por Patricia Nasello

            Ilustraciones hechas por Juanlu

            (http://www.dididibujos.blogspot.com/)











 

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, envíamelo y lo publicaré aquí junto a los otros. ¡Muchas gracias!)

28 de agosto de 2011

Accidente literario

            “Aquí es donde empieza la historia”, pensó el escritor empezando la frase con una a mayúscula a modo de triángulo reflectante.
Volvió al lugar en que estaban el nudo y los personajes esperando a que alguien les recompusiese, sin embargo apenas les dirigió una mirada pendiente aún de señalizar adecuadamente el accidente literario del cual quizás pudiera extraer un cuento corto.
Caminó unas diez líneas y dijo en voz alta: “Y aquí es donde terminA”.

(microrrelato presentado sin éxito al VIII Certamen Internacional de Literatura Hiperbreve Pompas de Papel)

26 de agosto de 2011

Banda sonora

No iban con frecuencia al cine porque no tenían dinero; pero, a veces, robaban una película del videoclub y la veían una y otra vez entre cervezas y pitillos.
Una tarde de domingo El Largo mangó una titulada: “La naranja mecánica”. No tenían ni idea de qué trataba y lo cierto es que no lo habrían adivinado nunca. La vieron una vez, en silencio, pero El Largo se quedó enganchado en una de las escenas, ésa en que alguien canta: “I’m singing in the rain” y da dos patadas a un hombre en las costillas.
Cuando llegó el verano, El Largo empezó a tararear: “Love is in the air”, lo hacía siempre antes de dirigirse hacia uno de los descampados cercanos, antes de esconderse, a la espera de que pasase una chica sola y más o menos guapa.

25 de agosto de 2011

Carreteras, sendas, caminos

            El sol recorre cada día un camino escrito en el cielo. Mis pasos han dejado en la arena del parque la huella de una senda. El niño empuja su camión de juguete y construye una carretera. Dos turistas dibujan en el plano posibles itinerarios con el dedo. Un perro y su dueño dan su paseo. El ruido de la autopista queda afortunadamente lejos. Mi corazón busca un atajo para llegar al tuyo porque… este hombre sólo quiere andar la calle junto a ti, mientras las manecillas del reloj se persiguen vereda tras vereda.

(microrrelato escrito para Euro-pa-labra como respuesta a su propuesta de agosto y que fue publicado el pasado día 17)

24 de agosto de 2011

Chiguito

            Niño, chaval. No confundir bajo ningún concepto con la palabra “chiquito”.
Ésta es una palabra castellana que ya no está en el diccionario (esperaba encontrarla, ésa es la verdad) y que espero sea un poco más popular a partir de ahora.
A mí me gusta especialmente por dos motivos.
La imagen que tengo asociada a ella es la de un niño inquieto, juguetón, que siempre está preparando una trastada y que trae de cabeza a sus mayores. Si le miro despacio veo cómo mueve los ojos en busca de la siguiente travesura o en busca de su siguiente víctima porque… tiene un tirachinas en la mano y que sabe usarlo de maravilla.
Otra cosa por la que esta palabra me gusta es por su sonoridad. La sílaba “-gui-“ después de haber pronunciado “chi-“ me hace cosquillas en la boca justo cuando la imagen que he mencionado me viene a la mente, de modo que cuando acabo de decir la palabra con ese rotundo “-to” invariablemente tengo una sonrisa.
Ejemplo: “Tras hacer la comunión, le cortaron el pelo y todos empezaron a decirle que parecía un chiguito. Ella se reía”.

(quizás quieras participar en todo esto, mira cómo)

22 de agosto de 2011

Recuerdos a todo color



         Mientras su hijo levantaba salpicaduras de un agua grisácea en la orilla de la playa él perdió de vista el entorno. Se encontró de nuevo en su niñez; caminando despacio, unos cuantos pasos por delante del punto donde rompían las olas, para no alertar a los peces que nadaban entre sus tobillos sumergidos en el agua transparente.
-¿Por qué sonríes, papá?
Lo inesperado de la pregunta se la borró del rostro de un plumazo.
Sentado aún en la arena color gris pegajoso comprendió que, después de todo, sería un acto de crueldad contestar.

Microrrelato escrito por Montse Aguilera
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi (http://www.dididibujos.blogspot.com/)

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, envíamelo y lo publicaré aquí junto a los otros. ¡Muchas gracias!)

20 de agosto de 2011

Soufflé

           Le miré y me esponjé. Me miró y me hundí.
       Recordé entonces que, para hacer un buen pastel, siempre fue importante la temperatura.

18 de agosto de 2011

Familia

Aquel niño parecía inocente pero no lo era. En un instante, en mitad del supermercado, me descubrí pensando en nosotros, en todo lo que no tendríamos nunca a causa de nuestras peleas continuas. Aunque quizás…
Recordé que era viernes, que vendrías a casa después de haberte tomado unas copas y que, en cuanto abriese la boca, tú volverías a repetirme aquello de que veo cosas raras y de que estoy loca.
Quizás lo esté pero déjame intentarlo. Piénsalo sólo un momento, quizás, cuando el niño haya dejado de llorar, tú ya hayas empezado a quererle.

17 de agosto de 2011

La libertad

Después de la última pandemia que a punto estuvo de acabar con la humanidad, las autoridades políticas, religiosas y sanitarias se pusieron de acuerdo por una vez en algo: el control sobre las personas tenía que ser total. Desde entonces cada recién nacido sufre una operación antes de volver a los brazos de su madre, le implantan un microchip en el corazón y se dice que sólo los niños que sobreviven son los que realmente nacen.
Yo fui uno de esos niños. Mi cuerpo asumió con cierta naturalidad el objeto extraño pero, desde que me acuerdo, siempre me he sentido prisionero, apresado.
Hoy vuelvo a estar en la mesa de operaciones. Mis amigos van a hurgar en mi cuerpo para liberarme. Hoy estaré de nuevo a punto de morir pero, si esto ocurre, sé que las personas que constituyen esta nueva resistencia harán lo que sea preciso para que el microchip no pueda registrarlo.

(microrrelato presentado sin éxito al Concurso de microrrelatos Byte)

15 de agosto de 2011

Viejos verdes

Descubrieron que tenían el tiempo y las ganas, que ellos eran quizá los últimos que podían iniciar esa revolución. Eso les dio alas. Se formaron, se organizaron, aprendieron cosas que ni se imaginaban y empezaron a sentir que sí, que podían.
Un día como otro cualquiera enderezaron la columna, pusieron en su rostro una sonrisa, en sus ojos una mirada pícara, y salieron de los sitios en los que estaban recluidos dispuestos a cumplir con su misión. Algún periodista les llamó “los viejos verdes” y ellos, lejos de ofenderse, asumieron el nombre y se quitaron algunos achaques más de encima.
Estaban cargados de semillas y de saberes a punto de extinguir. No había nadie mejor que ellos para conseguir que los niños aprendieran a amar y respetar su planeta.

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, envíamelo y lo publicaré aquí junto a los otros. ¡Muchas gracias!)

14 de agosto de 2011

Matrimonio tortura


Se casaron enamorados y muy pronto ella quedó embarazada. Tras ese hijo empezaron las discusiones, tras ellas las reconciliaciones, y fruto de estas últimas un nuevo hijo vino a poner momentáneamente paz en aquella casa. Sin embargo las peleas siguieron. Pensaron que más hijos contribuirían a superar sus diferencias. Tres vidas, cuatro. Llantos, portazos, golpes, amenazas. En medio de aquellas voces histéricas, llegaron a contarse seis niños y niñas, seis personas que sólo pudieron dejar de oír los gritos el día que sus padres se separaron.

12 de agosto de 2011

La acera de enfrente


Salió del armario y se perdió.

11 de agosto de 2011

Un asunto de botones


            Uno puede empezar las vacaciones un día antes de lo previsto, basta con que tenga la precaución de apretar el botón del despertador para que mañana no suene.
            Sin embargo no es el único botón importante; el del ratón, sin ir más lejos, puede hacer llegar hasta tu casa multitud de buenas sorpresas.
            Este verano las vacaciones llegaron antes como siempre y son mejores que muchas. ¿Por qué? Porque las voy a empezar escribiendo, escribiendo para “La Esfera”.

(un microrrelato fresquito escrito para “La Esfera Cultural”, para su convocatoria “Relatos de verano” y que publicaron ayer)

10 de agosto de 2011

Las cosas como son

Sin ir más lejos, los policías, ellos se pasean de dos en dos para intimidar al vecindario. Van armados, no dudan en hacer usos de sus porras o en llamar a más compañeros cuando ven que en algún lugar de la calle puede haber juerga. Muchos van uniformados y así se les puede ver a distancia pero, lamentablemente, no lo hacen todos; y de aquellos que van de incógnito, unos cobardes, nadie sabe qué hacen o qué buscan. Sea como fuere, trabajan por dinero, y eso lo dice todo.
En cambio los ladrones, qué diferencia, ellos son hombres de amigos y de familia, hombres de honor regidos por reglas ancestrales que muy pocos rompen, hombres sinceros, y es que los ladrones, en cuanto alguno de ellos quiere salirse del tiesto, no dudan en hacer justicia.

8 de agosto de 2011

Respuesta práctica

-¿Qué es la libertad, mami?
Ella se quedó en silencio, mirando unos ojos tan expectantes como inocentes.
En ese momento oyeron ruidos de algo que rozaba el suelo en el patio interior.
Una golondrina, quieta y palpitante, adornaba con la forma de sus alas abiertas el gastado suelo de racholas.
La madre cogió un trapo de cocina y permitió al ave clavar allí sus puntiagudas uñas. Luego le ofreció el paquete al niño.
-No apretes. Solo sosténla, ¿entiendes?
El niño acertó a mover la cabeza de arriba a abajo una sola vez y siguió a su madre hasta  la terraza del edificio sin despegar los labios.
-Abre las manos -le dijo ella.
Y fue un momento mágico para el pequeño.
Aquella cosita con alas y ojos de regaliz chupada pasó de estar en sus manos a planear hacia las alturas en cuestión de solo unos segundos.
-Eso que has sentido es la libertad -le susurró su madre agachada junto a él, mientras aún miraban alejarse al pájaro.- No lo olvides nunca.  

Microrrelato escrito por Montse Aguilera (http://letrasparapasarunrato.blogspot.com/)
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi (http://www.dididibujos.blogspot.com/)

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, envíamelo y lo publicaré aquí junto a los otros. ¡Muchas gracias!)

6 de agosto de 2011

La profecía

Siempre supe que, cuando el fin del mundo llegase,  pensaría que nuestro tiempo había sido poco.

4 de agosto de 2011

Aquí donde me ves

Aquí donde me ves fui un dios en mi cuna; un explorador, un bombero y un caballero de elegante armadura en el patio de la escuela; y, más tarde, un hincha, un rebelde y un poeta. Durante años mis amigos y yo, opinamos de lo divino y de lo humano y, te lo creas o no, arreglamos el mundo. Pasado el tiempo fui príncipe azul y me casé para convertirme en pintor, carpintero, electricista, contable, enfermo, médico, compañero de juegos, profesor, amante, amigo, psicólogo colegiado y cocinero.
Sí, aquí donde me ves, he vivido más vidas que las que tu hayas podido soñar en la tuya, aún tan corta.
Por eso te he dado con mi bastón y he tropezado contigo, para que salgas de ese pasotismo que te ha atrapado, para que reacciones, para que despiertes; porque cada segundo de tu vida es vida, y pasa para no volver, y cuenta aunque esté vacío.

(microrrelato presentado sin éxito al IV Concurso de Microrrelatos Caja de Ávila)

2 de agosto de 2011

La autopsia

Me desperté, sobresaltado, y me incorporé:
-¿Qué está haciendo? –pregunté al hombre de la bata blanca.
-¿Sabe quién y cómo le han asesinado?
Tuve que decir que no.
-Entonces túmbese y déjeme trabajar. Le mantendré informado.
Aún en estado de shock, me acosté e intenté permanecer quieto.
Todavía no sé nada.

(microrrelato presentado sin éxito al Concurso convocado por la Internacional Microcuentista)

1 de agosto de 2011

El superhéroe

Desde la primera viñeta, miró de reojo y descubrió el rostro emocionado del niño leyendo el cómic que tenía entre las manos. No, no podía permitirse el defraudarle, no a él.
Salvó ciudades, peleó contra todo tipo de villanos, liberó inocentes y víctimas, fue herido y se sobrepuso al dolor. Así, empleándose a fondo, avanzó página tras página hasta llegar a la última, la que tenía la viñeta más grande, desde la que vio la satisfacción de su lector hecha realidad en una sonrisa que llenaba su cara.
Llegado ese momento, con tristeza, sintió como si se congelase. El niño cerraba el tebeo y el cielo de papel se venía abajo, hasta que el pequeño, su superhéroe, volviese a abrirlo y obrase el milagro de que su mundo echase de nuevo a andar.

(microrrelato presentado sin éxito al Concurso de Microrrelatos “Literatura condensada”)