29 de abril de 2021

Reencuentro


-Te veo estupendo, ¿cuánto tiempo ha pasado?, ¿quince años? ¿Hace un café?
Asentí y, ya sentados, empezó a desnudarse: el matrimonio, los cuernos, el divorcio, los hijos, la enfermedad, el trabajo, el desfalco, los juicios, los testigos falsos, la cárcel…
Y yo, con todo el pudor, escuchándolo.

26 de abril de 2021

Profesión de provecho

La mejor manera de canalizar mi vocación era seguir los pasos de mis padres y hacerme cargo de la carnicería. Sin embargo muy pronto comprendí que la que había sido su vida no serviría para mí, algo más amante que ellos de los deportivos, las mujeres guapas, el alcohol y las drogas. En cambio tardé algunos años en entender que, en mi mundo y contra todo pronóstico, la vocación de carnicero sí que tenía salida.

25 de abril de 2021

¿Se puede saber qué miras?

Fotografía cogida del periódico El Confidencial

 

24 de abril de 2021

22 de abril de 2021

La sociedad literaria y el pastel de la piel de patata


La propuesta partió de Piluca. ¿Por qué no hacer una sociedad literaria y empezar a comentar todas las palabras que caían en nuestras manos vinieran de donde vinieran: un periódico, un folleto o la envoltura arrugada de una chocolatina? Leer era gratis, ¿verdad?, y hablar también.
El comentario llegó en un buen momento, para entonces ya nos habíamos contado todas nuestras vidas, las pasadas, las de verdad, las vergonzosas y las que nunca iban a ser vividas; y puede que por eso, o porque no teníamos nada más que perder, en apenas unos días nuestra humilde sociedad era un éxito. De repente nuestros paseos erráticos por la ciudad tenían un objetivo más, un propósito; y la noche, en vez de ser ese momento en que nos ganaba el frío o la tristeza, se trasformó en un espacio para argumentar, opinar y discutir, para arreglar el mundo y juzgarlo a nuestra manera.
Ayer Goyo comentó que también podríamos hacer un taller de cocina dando lugar a algunas chanzas y risas; no creo que nadie le tomase en serio hasta hoy en que, ahora que vuelve a caer la noche y nos reunimos alrededor de las hogueras, empezamos a percibir un agradable olor y a pensar que quizás eso del taller no es en absoluto una mala idea.

19 de abril de 2021

Abril, tan pronto llorar como reír

Sé que era abril. Recuerdo que estábamos en un banco, tú comías un algodón de azúcar de color rosa y que, posásemos donde posásemos la mirada, las luces, el color y la música de la feria eran un contraste demasiado fuerte con lo que vivíamos en casa.
Horas después, cuando ya volvíamos a nuestro encierro y padre parecía estar impaciente por rodearnos de su habitual tristeza, como si hubiese sido una traición que a nuestros ojos no hubiese acudido esa tarde aún ninguna lágrima, estalló la tormenta sobre nuestras cabezas y el cielo se iluminó con un relámpago. Nos miramos a los ojos, ¿te acuerdas?, y entendimos que empezar a correr bajo la lluvia era la última oportunidad a nuestro alcance para retrasar el silencio.
Cuando al fin llegamos a casa, atolondrados y serios, dando las gracias por la pequeña aventura pero teniendo cuidado de no herir el gesto serio de padre, descubrimos junto a nuestra puerta a la vecina, rodeada de las cuatro cosas que había logrado salvar del derrumbe del tejado de su casa pero aun así maravillada por el espectáculo de luces, color y música que le brindaba el cielo. Puede que padre hubiese preferido no tener que hacer nada, pero tuvo que ser educado y salvarla, se vio obligado a ofrecerle nuestra casa, un lugar seco, una cama, y de este modo, sin darnos cuenta, la vida volvió a rodearnos como cuando vivía madre y sonaba la música entre aquellas paredes.
A la mañana siguiente, en el desayuno, oímos en la cocina algo impensable, una charla sobre literatura, la lectura de un poema y, algo más tarde, el primer amago de una carcajada.

18 de abril de 2021

No recuerda qué pasó y no se atreve a preguntar; pero todo lo ve teñido de color sangre, rojo

Fotografía cogida del periódico El Confidencial

 

15 de abril de 2021

Matrimonio de conveniencia


Habían caído en la desidia, quizás demasiado pronto; apenas un par de años de matrimonio y la dejadez campaba a sus anchas entre ellos. En ocasiones ella pensaba que tendría que intentar reparar aquello pero lo cierto es que el macramé, las compras y el desayuno con las amigas reclamaban toda su atención y tiempo. Incluso, cuando una de ellas les mostró unas contusiones de color índigo, supo que era una persona con suerte, sin amor pero con suerte; y es que su marido le había prometido que jamás le pondría la mano encima siempre y cuando hiciese la vista gorda con las desvergonzadas con las que se entretenía y pudiese ver siempre los partidos de futbol con los amigos.

12 de abril de 2021

Sospechas

Su marido es insufrible, esas fueron las palabras que acabaron delatándome. Las dije tanto que un día el mío no pudo evitar preguntarse por qué yo no hacía más que hablar de aquel hombre, con cualquier excusa, para acabar siempre justificándome.

11 de abril de 2021

El punto débil de Goliat siempre ha estado al alcance de David

Fotografía cogida del periódico El Confidencial