22 de enero de 2011

Buena puntería


El primero en caer fue el conejo azul. Unos segundos después, la víctima era el pato. Más tarde, vi caer con horror al cerdo, mi compañero y amigo. El siguiente era yo.
Aterrorizado busqué al culpable de la masacre: estaba sólo a un par de metros y sonreía.
Oí el disparo que tenía mi nombre pero… permanecí en el sitio. ¡El asesino había fallado!
Cuando el mecanismo que me mueve me devolvió a la calle, lo vi por última vez en mi vida. Llevaba en los brazos uno de los premios que se entregan a aquellos que tienen buena puntería. Llevaba en los brazos a la muñeca Chochona, mi novia.

5 comentarios:

  1. ¡Qué impotencia! Me gustó mucho. Y lo de la muñeca chochona está genial.

    Besos de feria.

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  2. Jejejeje, me imaginé que no eran animales reales, pero hasta el último párrafo no acerté a ver que estaban en la feria, cuando ha llegado la muñeca chochona has arrancado una sonrisa de mi boca. Un fuerte abrazo.

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  3. Lola: es terrible ver que no puedes hacer nada, ni por los compañeros y amigos ni por tu novia. ¡Y todavía no ha acabado el día, ni la feria!
    Maite: ¿animales reales? ¿un conejo azul? Jajaja y perdona que me ría un poco.

    Un beso para las dos, pasadlo bien el finde.

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  4. La frase final es genial.
    Un beso, Luisa.

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