7 de noviembre de 2016

Entrega


La mujer, intentando calmar los llantos del bebé que tenía en brazos, empezó a amamantarle y abrió un silencio. Asistimos entonces a lo increíble: el niño creció al tiempo que se consumía la madre, fueron invirtiéndose los papeles, hasta llegar a ser lo que ahora vemos, un hombre acunando a una vieja de ajados pechos.

5 comentarios:

  1. El transcurrir de la vida en unos instantes.
    Besos.

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  2. Qué forma más bonita y Real de contar toda una vida.
    Besicos muchos

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  3. He dicho madre y mujer... pero también podría decir padre y hombre, ellos también cuentan.

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  4. Un aceleramiento de la vida. Ojalá siempre el final fuera así.

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