-No pude llegar antes, cariño, había un atasco
terrible en la carretera por un accidente, eso creo. Tuve que esperar a que
llegase la ambulancia, a las manipulaciones infructuosas de los médicos y a que
me diesen por muerto.
El caso es llegar, aunque él no parece darse cuenta de las condiciones en que lo ha hecho. Sorprendente historia de fantasmas desde lo más cotidiano. Un abrazo, Luisa
Muy bueno. Los finales inesperados me encantan.
ResponderEliminarBesitos muchos
El caso es llegar, aunque él no parece darse cuenta de las condiciones en que lo ha hecho.
ResponderEliminarSorprendente historia de fantasmas desde lo más cotidiano.
Un abrazo, Luisa
Lo importante es llegar a casa ;)
ResponderEliminarBesos.
Un buen ejemplo de que el cuarto género está sometido al persistente péndulo de la sorpresa para atrapar al lector. Duro y directo.
ResponderEliminar¡Salud!