10 de diciembre de 2020

El silencio de los corderos


No tenía nada en contra de los judíos. Lo único que en realidad le exasperaba era ese silencio que no rompían nunca, pasase lo que pasase e hiciese lo que se les hiciese. Por esa razón había adquirido la muy curiosa costumbre de poner música clásica a todo volumen durante las sesiones de tortura. 

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