15 de marzo de 2021

Colmado

Se escucha ese “pi” infinito y las enfermeras que hay en la sala cercana amagan una cara de circunstancias, un instante apenas. Un par de ellas termina su café y se dirige con rapidez hacia el cuerpo que acaba de perder la vida mientras, en los pasillos del atestado hospital, los enfermos que han oído el pitido y saben qué significa han comenzado a aullar, incapaces de contener su alegría porque la fila avance, olvidando por un momento que no saber gestionar las situaciones de estrés puede causar también bajas en sus filas.

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