15 de diciembre de 2010

La relatividad del espacio

Ella se había dormido tras la comida en el campo y él la miraba, despacio. Descubrió entonces que su respiración era como un beso y que sólo un universo de hierba verde les separaba.

3 comentarios:

  1. Preciosa relatividad, poética y sensual. Besos

    ResponderEliminar
  2. Si. Precioso. Lo sencillo es bello... y complicado.
    Un beso, Luisa.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias. No estaba muy segura del relato pero vosotros habéis resuelto la incógnita.
    Gracias por vuestra visita.

    ResponderEliminar