6 de diciembre de 2011

Una historia de amor

Llamaron a la puerta, fue a abrir y, al hacerlo, encontró a un desconocido frente a ella.
-Se acabó. No puedo seguir así por más tiempo –y con un gesto de dolor, le tendió un paquete-. No, no digas nada. No podría soportarlo. Adiós.
Y se fue, dejándola con la palabra en la boca.
Tras quedarse sola y volver a entrar en casa, abrió el envoltorio y descubrió que aquel hombre le había escrito decenas de cartas de amor y que, del mismo modo que hablaba sin cesar de poner fin a aquella absurda historia, repetía una y otra vez que la quería aunque no se atreviese a decírselo nunca.
Al día siguiente, ella escribió una carta para él, la primera de muchas, la metió en un sobre y la echó en el buzón mientras empezaba a temblar como una hoja.
Sí, ella también era tímida.

(microrrelato publicado en el nº 26 de Pseudònims, en esta ocasión la palabra clave era “desconocidos”)

8 comentarios:

  1. Ajá, Luisa, ¡la timidez!!. La timidez nos deja tirados en los puertos sin embarcar en ningún barco, o nos deja temblando en una estación viendo pasar los trenes.

    Bueno, tu protagonista-hombre venció su timidez tras decenas de cartas. Tiene más valor lo de ella, que esribió la primera y atinó con el buzón.

    Buen micro y un beso Luisa.

    ResponderEliminar
  2. Desde que lo leí, ando encantada con estos tímidos y su peculiar modo de relacionarse.
    Enhorabuena por la publicación!!!!

    Besos

    ResponderEliminar
  3. Gracias a las dos.
    Patricia, sabes que ya estoy esperando.
    Un beso a ambas.

    ResponderEliminar
  4. No imaginas cuánto los entiendo, Luisa. Yo también soy un tímido sin remedio.

    Estupendo micro. Más que merecida publicación. Ojalá llegue a más tímidos que puedan verse reflejados en él.

    Un abrazo y enhorabuena.

    ResponderEliminar
  5. Me gustó mucho, Luisa. Todo muy sobrio y muy directo. Prosa magra, de la buena.
    Abrazos,
    P

    ResponderEliminar
  6. Dios, pues la timidez de ella da para otra vida. Y lo malo es que se acaba, y cuando se acaba, de lo que no se hizo no queda nada, se va contigo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. Me gusta esta historia sobre timidos, Luisa muy directa sin artificios.
    Enhorabuena por la publicación


    Besitos

    ResponderEliminar
  8. Jeje, pues para ser tímida tardó poco en contestar. Felicidades por la publicación.

    ResponderEliminar