12 de enero de 2015

Campanadas

La primera fue que vendría a la cena su exmarido.
La segunda, por aquello del empate, que también mi exmujer.
La tercera, fue cosa mía: invitar a mi muy querida vecinita del sexto.
La cuarta, apuntar al butanero con su bombona.
La quinta, que no iba a haber uvas.
La sexta, que me daba igual como fuera.
La séptima que pondría el mantel que había hecho mi madre.
La octava, que lo que tú quieras, mi amor, que tras el detalle del mantel, lo que tú quieras.
La novena, que no fuese tan complaciente, que le gustaba que le diera guerra.
La décima, que para guerra la que me das tú y todo lo que me gusta.
La undécima, es que volvimos a mirarnos a los ojos como antes hacíamos, sin decirnos ni media.
Al final, ha llegado Nochevieja, estamos solos y, aunque bebemos en los labios del otro, no hemos tocado la comida.
El Año Nuevo está a la vuelta de la esquina y ésta es la última campanada, la buena noticia: lo estamos esperando juntos, con una sonrisa.

(microrrelato escrito para Esta noche te cuento, mes de diciembre, tema: “tras las campanadas del Año Nuevo”)
imagen de Miguel Ángel Cejudo

5 comentarios:

  1. Muy original y completamenye distinto. Felicidades y `por cierto, feliz 2015. :)
    Besicos muchos.

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  2. Una brisa fresca nos trae tu texto para empezar el 2015 con optimismo.
    Un abrazo, querida Luisa.

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  3. Originalisimo este cuento para este noche te cuento y sus doce campanadas. Este año me he propuesto regresar a ese espacio que tuve que abandonar en julio por saturación de temas variopintos.
    GRACIAS por venir a mis palabras y que tengas un 2015 de los buenos, de esos que dan para cien microrrelatos. BESAZO.

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  4. A golpe de campanadas, a golpe de amor.

    Un abrazo campanudo.

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