21 de enero de 2019

Nicho ecológico

Al poco de desaparecer ella, de irse de casa y abandonarlo según nos contó, él empezó a cultivar el jardín con una afición que no le conocíamos. Muy pronto todos pudimos disfrutar de las pequeñas cosechas y el perro de unos huesos sobre los que no hicimos preguntas.

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