Me
llamaste desde el baño y supe qué querías por la voz pero, en vez de un juguete
erótico, encontré barro de alfarería. «Hoy nos lo montamos como en Ghost», dijiste,
y haciendo la cucharita nos sentamos en el suelo. Dos horas después, los
pegotes marrones nos rodeaban mezclados con otras sustancias pringosas.
«¿Tenemos mantequilla?», preguntaste. «Tenemos, Marlon Brando, pero antes del
tango en París… nos pegamos una ducha?».
(texto
para esta propuesta de ENTC, escrito a medias con Belén
Sáenz; juntas éramos Las Canículas)
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