28 de mayo de 2013

Habilidad acrobática

Harto de que le quitasen el mérito que creía merecerse, el trapecio modificó levemente su vuelo e impidió que las manos de aquel interesado saltimbanqui lo alcanzasen en ese estúpido triple salto mortal de todas las tardes.

4 comentarios:

  1. Oh, el trapecio se las trae... Si que estaba harto, sí.

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  2. Ostras! Cuánta razón en mosquearse tiene ese trapecio... Yo, tampoco le había dado mucha importancia a su rítmico movimiento, hasta ahora...

    Un original punto de vista, Luisa.

    Abrazoooo

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  3. La verdad es que reclama sus derechos. Me ha gustado mucho, a veces no vemos la importancia o el valor que tienen ciertas personas o casas.
    Besicos muchos.

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  4. Pa fiarse de los trapecios. Nunca me dieron confianza. Un beso. Siempre es un placer visitar tu blog.

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