Ella
siempre creyó que él sería alguien importante en su vida y que sus destinos
acabarían tocándose.
El
día que eso ocurrió, descubrió ante sí un hombre miserable que en nada se
parecía al que ella había esperado.
Se
encogió de hombros, sólo hasta ahí llegó su decepción. Pisó con la punta del
pie el lugar del encuentro y, sin dudarlo, se impulsó con más fuerza que nunca
hacia adelante.
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