Entré en la luz y al final del túnel encontré una
bifurcación; afortunadamente había una señal indicándome hacia donde llevaban
cada uno de aquellos caminos. Elegí el del infierno, “mucho más divertido” me
dije y volví a nacer, reencarnándome en mí mismo.
Jajaja!!! Muy bueno.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Alfred.
EliminarTe ries porque... ya sabes el camino que no hay que elegir, no?
Gracias
Volver a empezar otra vez, qué pereza.
ResponderEliminarBuen relato, Luisa.
Un abrazo
Y posiblemente para repetir lo mismo, jo
ResponderEliminarGracias, Ángel
Qué ingenio tienes Luisa, me ha encantado!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Normal.
ResponderEliminarBesos, Luisa
Uff cruel final.
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