9 de marzo de 2018

El edén que perdimos


Como si fuera una medalla, un premio o una heroicidad, afirmó y repitió hasta la saciedad que sólo había tardado seis días en crearlo todo.
Evidentemente nosotros no entendimos nada y le preguntamos. Así, teniendo en cuenta lo que nos explicó y creímos entender, un día es un concepto abstracto que definió como un periodo fijo de tiempo equivalente a veinticuatro horas exactas, siendo la hora en sí misma otra invención suya e igual a sesenta minutos, todos éstos iguales entre sí, constando invariablemente de sesenta segundos, los cuales…
Como pueden suponer, y como todo aquello no tenía pies ni cabeza y no nos era necesario, pronto dejamos de escucharle; fue entonces cuando, vengativo y rencoroso, se inventó que habíamos cogido una manzana de no sé qué mierda de árbol.

(microrrelato incluido en “Menguantes”, libro que puedes descargarte en este enlace)

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