Su madre siempre dijo que aquella que llevaba la falda
por encima de la rodilla tenía los sueños cortos, y puede que tuviera razón; no
mucho después se casaba con Javier, aquel muchacho de buena familia que lo era
de entendederas.
(presentado
al IV certamen YK Accesorios, que ya tiene ganador; el "por encima de la rodilla" era obligatorio)
Lo que le ocurrió a tu protagonista es lógico: un reclamo simple, con nulo atractivo intelectual, solo puede atrapar una presa igual de vacía.
ResponderEliminarBuen relato, Luisa
Un abrazo
Un comentario buenísimo y largo largo
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